10 DE ABRIL
Una jornada para homenajear a las incansables usinas de conocimiento y bienestar social
El Día del Investigador Científico encuentra a la comunidad científica abocada a la búsqueda de soluciones que contribuyan a paliar la pandemia por COVID-19 que no da tregua
Como cada 10 de abril, hoy se conmemora en Argentina el Día del Investigador Científico, fecha instituida en recuerdo del natalicio de Bernardo Houssay, Premio Nobel de Medicina y Fisiología en 1947 y fundador del CONICET, para homenajear a todos y todas quienes dedican su labor cotidiana a la búsqueda permanente del conocimiento y soluciones para problemas específicos contribuyendo al bienestar y el progreso de la sociedad.
En este 2021 no se trata de una fecha más, ya que a raíz de la pandemia por COVID-19 que afecta al mundo entero desde hace más de un año la comunidad científica argentina ha redoblado esfuerzos para contribuir en la lucha contra este problema de salud pública, y las investigadoras e investigadores del CONICET La Plata no han sido una excepción: desde el comienzo mismo de la crisis sanitaria global las expertas y expertos de nuestra ciudad encabezaron decenas de acciones tendientes a resolver distintos aspectos referidos al virus.
Ese desafío asumido apenas desatada la pandemia se vio plasmado en proyectos de los más variados, como el desarrollo de respiradores mecánicos para ser utilizados en casos de mediana complejidad y procedimientos tendientes a dotarlos de propiedades antimicrobianas; la participación de varios centros e institutos de investigación en el procesamiento de hisopados para el diagnóstico del COVID; la elaboración de diversos métodos de desinfección y esterilización de insumos médicos, y de elementos de protección para el personal de salud; y la producción de un spray para eliminar el virus de distintas superficies.
Asimismo, los expertos y expertas locales encararon distintos modelados matemáticos para, por ejemplo, conocer el proceso de la enfermedad y su impacto en el sistema de salud provincial; propusieron métodos para mejorar los testeos en base a herramientas de la óptica, y para determinar la carga viral en pacientes positivos de COVID; como así también desarrollaron un test portátil para la detección del SARS-CoV-2 en tiempo real. En el mismo sentido, detectaron por primera vez la presencia del coronavirus en animales; y midieron la calidad del aire en La Plata durante el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO).
Del mismo modo, se desarrollaron múltiples proyectos para el abordaje de las consecuencias sociales de la pandemia: hábitos y prácticas deportivas; la situación de los sectores más relegados que vieron comprometidos sus ingresos; el estado de ánimo durante la cuarentena de distintos grupos etarios, fundamentalmente niños y niñas, y adultos mayores, y también de los pueblos originarios y las personas con demencia, por ejemplo; la continuidad de pedagógica durante el ASPO; la relación del coronavirus con la obesidad y la diabetes, en tanto factores de riesgo. En ese sentido, es de destacar la presencia de un científico social de nuestra ciudad en el comité que asesoró al presidente de la Nación Alberto Fernández.
En materia de divulgación, se distribuyeron materiales didácticos, como los tips de desinfección de superficies; otros dirigidos a estudiantes y docentes, como los que se lanzaron desde el área de Relaciones Institucionales del CONICET La Plata sobre coronavirus y dengue; y cabe mencionar el ciclo de charlas acerca de los proyectos platenses sobre COVID organizado por la Comisión Asesora de Investigaciones de las Unidades Ejecutoras (UE) del Consejo Directivo del organismo. Más acá en el tiempo, también desde el área de Relaciones Institucionales se realizó una producción musical tendiente a concientizar sobre la importancia de la campaña de vacunación.
Entre otras cosas, las y los investigadores locales desarrollaron un kit para la detección de anticuerpos; un cañón de ozono para la desinfección de espacios públicos; y un método de extracción de ácidos nucleicos para diagnóstico de COVID. Además, lograron generar anticuerpos monoclonales específicos del SARS-CoV-2, lo que permitiría elaborar un método complementario al PCR (Reacción en Cadena Polimerasa, por sus siglas en inglés), y avanzan en la esperanzadora vacuna platense que ya se encuentra en fases preclínicas.
En palabras de la directora del CONICET La Plata Gloria Chicote, a comienzos de 2020 “la comunidad científica se preparaba para poner en marcha una sinergia positiva cuando sobrevino la pandemia, pero las redes de relación establecidas hicieron que esa inédita emergencia sanitaria nos encontrara armados para salir rápidamente en respuesta a la urgencia, y nos dieron también coordenadas para pensar no sólo el durante la pandemia sino también cómo puede ser la pospandemia. La necesidad de atender todo lo relativo al COVID-19 vino a corroborar lo que venimos diciendo los científicos desde hace mucho: que no existen compartimentos estancos entre las ciencias, que no tienen vigencia las viejas taxonomías de ciencias básicas o aplicadas; exactas, sociales, naturales o tecnológicas como compartimentos separados. Se enfatizó una vez más la necesidad de afrontar los problemas en forma conjunta, y la comunidad científica estuvo a la altura de esa demanda. Nuestra capacidad de respuesta desde una perspectiva conjunta es una de las capacidades que pudimos demostrar”.