CIENCIAS SOCIALES Y HUMANIDADES

Memoria, verdad y justicia: el compromiso de científicos platenses

Expertos del CONICET y la UNLP estudian los efectos del terrorismo de Estado  en nuestra región. La historia del ex BIM 3 y la Fuerza de Tareas 5


Parte del equipo de investigación del IdIHCS. Foto: CONICET.
Parte del equipo de investigación del IdIHCS. Foto: CONICET.
Parte del equipo de investigación del IdIHCS. Foto: CONICET.

El edificio de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (FaHCE) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se erige, imponente, al final de la avenida 52, en el cruce con 122, la calle que separa La Plata y Ensenada. En rigor de verdad, son tres edificios distintos que albergan desde 2014 las actividades de esa unidad académica y que, sumados a la sede de Psicología, completan una verdadera ciudad universitaria.

La imagen que ofrece el predio impacta positivamente a quienes recorren la zona, sobre todo si se tiene en cuenta el pasado no tan lejano del lugar. Allí, donde hoy conviven docentes, alumnos, investigadores y otros miembros de la comunidad científica y académica, funcionó durante muchos años el Batallón de Infantería Marina (BIM) Nro. 3, centro clandestino de detención y tortura durante la última dictadura cívico-militar.

Poco después de la mudanza de Humanidades a su nueva sede, un grupo de expertos del CONICET y la UNLP impulsó un proyecto de investigación que busca echar luz sobre el pasado del lugar, el rol de la Marina en la región, y reivindicar las historias y memorias de las víctimas del circuito represivo que tuvo como eje al ex BIM 3.

“En 2010 cuando nos enteramos de la mudanza de la facultad, desde el Consejo Directivo se diseñó un programa para la reconstrucción de la memoria del ex BIM 3”, cuenta Ana Julia Ramírez, investigadora de la UNLP en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS, CONICET – UNLP) y directora del proyecto  ‘La Plata, capital de la represión. El archivo de la Dirección de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (DIPPBA) y la represión en La Plata, Berisso y Ensenada. 1956 – 1976’, y agrega: “En ese marco, lo primero que se hizo fue un reconocimiento visual del terreno y su relevamiento fotográfico. La Marina había destruido todo y luego, antes de la expropiación por parte de la Provincia, las topadoras hicieron lo suyo, porque el predio fue vendido a una empresa multinacional que iba a instalar un centro comercial”. En efecto, de los años más oscuros sólo quedaban en pie las garitas de los guardias, los paredones perimetrales y las letras identificatorias ubicadas en el frente del lugar, que la facultad decidió conservar.

“Cuando la mudanza se hizo inminente, aquel programa terminó constituyéndose en una comisión, porque nos vimos en el desafío de pensar concretamente no sólo políticas y acciones en general y sobre las víctimas del terrorismo de Estado en nuestra facultad, sino también en pos de hacer de este lugar un sitio de memoria”, explica Ramírez.

La primera tarea de la comisión fue impulsar el traslado de la placa que homenajea a los desaparecidos y asesinados de la facultad, instalada en 1995 en el viejo edificio de 48 entre 6 y 7, al nuevo lugar. El 26 de marzo de 2014 la pieza fue recolocada, en lo que significó el primer acto simbólico de inauguración de la flamante sede.

“En ese contexto, empezamos a pensar en la posibilidad de armar un proyecto de investigación que buscara dar cuenta de la formación del Estado terrorista en la región”, narra Laura Lenci, investigadora de la UNLP en el IdIHCS. “En esta zona, integrada por La Plata, Berisso y Ensenada, lo más conocido e investigado fue el rol de lo que se ha dado en llamar ‘el circuito Camps’, es decir, el aparato represivo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires. Pero el accionar de la Marina pasó más inadvertido. El BIM 3 integraba la Fuerza de Tareas Nro. 5, y tuvo singular protagonismo en la tortura, desaparición y asesinato de muchos trabajadores de la zona. Reponerlos como víctimas de la represión ilegal, rescatar voces, historias, memorias, es uno de nuestros objetivos”, completa.

En ese sentido, Margarita Merbilhaá, investigadora adjunta del CONICET en el IdIHCS y codirectora del proyecto, agrega: “El accionar de esa fuerza en la región tuvo un peso notable. Además de perseguir a los trabajadores, intervino y controló la UNLP, designó autoridades, dictó cesantías masivas a docentes y no docentes. Ese control sobre las instituciones nos toca además como parte del ámbito universitario”.

Son más de 20 los integrantes del proyecto, entre investigadores, docentes, graduados y estudiantes. Su hipótesis de trabajo parte de la idea de pensar al Estado terrorista como el resultado de un proceso histórico con muchos antecedentes y cuya génesis tuvo lugar mucho antes del golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, de ahí que su campo de estudio son los años que van desde 1955 hasta entonces.

Un libro que recupera voces

En marzo de 2015, a poco de aprobado el proyecto, el grupo de profesionales publicó su realización más importante hasta el momento: editado por la FaHCE se presentó el libro “Memorias del BIM: Biografías. Las víctimas de la Fuerza de Tareas 5 en La Plata, Berisso y Ensenada”. La obra reúne 57 casos de obreros detenidos, desaparecidos y asesinados que se desempeñaban en las plantas industriales de la región, como Astillero Río Santiago, Propulsora Siderúrgica; YPF y frigoríficos. Para su próxima e inminente reedición incorporará 23 nuevos casos.

“El libro fue prioritario para nosotros. Es una obra que recupera voces, y empieza a decir cosas que nunca antes fueron dichas”, dice Ramírez. “Las historias de vida que fuimos escribiendo nos permitieron acercarnos a ciertos procesos históricos, políticos y culturales de nuestra sociedad previos a la dictadura, en una escala más pequeña y local, si se quiere. En cierto modo, cada biografía hizo confluir lo individual y lo colectivo”, apunta Merbilhaá.

Pero no es la única producción que realizó el equipo. Poco después de su presentación, el 27 de marzo de 2015, dio comienzo el juicio a los integrantes de la Fuerza de Tareas Nro. 5 y Laura Lenci fue convocada por la querella como testigo de contexto, por lo que entre todos llevaron a cabo un relevamiento de publicaciones periodísticas de la época que permitieron consolidar su testimonio.

En ese sentido, Lenci puntualiza: “Toda la documentación que se relevó para armar ese testimonio,  como así también la cobertura casi taquigráfica que realizaron miembros del equipo de cada una de las audiencias del juicio tienen un potencial impresionante y serán un muy buen insumo para futuras investigaciones que pensamos realizar”.

Para finalizar, la investigadora expresa un deseo y un compromiso: “Ojalá continúen los juicios contra los perpetradores del terrorismo de Estado. Nosotros, por nuestra parte seguiremos trabajando para mantener la visibilidad permanente de la historia de este lugar. Un sitio de memoria lo es cuando la comunidad que lo vive, que lo habita, le otorga sentido. Y eso es lo que intentaremos seguir haciendo”.

Por Marcelo Gisande.