ASOC. ARGENTINA PARA EL PROGRESO DE LAS CIENCIAS

Dos investigadores del CONICET La Plata homenajeados por una importante entidad científica

La revista Ciencia e Investigación Reseñas reflejó las trayectorias de María Cristina Añón y Carlos Rapela  


Los homenajeados: Carlos Rapela y María Cristina Añón. FOTOS: CONICET Fotografía
Los homenajeados: Carlos Rapela y María Cristina Añón. FOTOS: CONICET Fotografía
Los homenajeados: Carlos Rapela y María Cristina Añón. FOTOS: CONICET Fotografía

La revista Ciencia e Investigación (CeI) Reseñas  de la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias (AAPC) publicó en su último número las semblanzas de dos prestigiosos científicos del CONICET La Plata: María Cristina Añón, investigadora superior ad honorem en el Centro de Investigación y Desarrollo en Criotecnología de Alimentos (CIDCA, CONICET-UNLP-CICPBA), y Carlos Washington Rapela, investigador superior jubilado en el Centro de Investigaciones Geológicas (CIG, CONICET-UNLP). Los artículos están a cargo de colegas que conocieron su trayectoria muy de cerca.

En el caso de Añón, la biografía está escrita por Mabel Tomás, investigadora principal del CONICET en el CIDCA, quien destaca los logros de la homenajeada en su paso como directora de dicho centro, especialmente en materia de cooperación internacional. Del mismo modo se refiere a los reconocimientos a nivel profesional y académico como el Premio Kónex o el diploma de Profesor Emérito de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

En un paralelismo con la investigación vinculada a los alimentos, la autora del relato describe la “maravillosa y eminente esencia docente” como la clave para entender “por qué Cristina es la representación de una fuente excelente de nutrientes y valores legados a muchas generaciones de estudiantes y discípulos”. En el final, se reserva el mejor de los recuerdos para dar cuenta del perfil solidario de Añón: la noche del 2 de abril de 2013, cuando la acogió en su casa durante la trágica inundación sufrida en la ciudad.

La reseña de Carlos Rapela, por su parte, está escrita en coautoría por los investigadores principales del CONICET Edgardo Baldo y Sergio Matheos, con lugar de trabajo en el Centro Científico Tecnológico CCT CONICET Córdoba e Y-TEC, respectivamente; y Juan Andrés Dahlquist, investigador independiente del CONICET en el Centro de Investigaciones en Ciencias de la Tierra (CICTERRA, CONICET-UNC). El primero de ellos hace especial hincapié en distintas anécdotas vividas durante las campañas en lugares remotos, y describe a Rapela como “creativo, riguroso, apasionado, tenaz, notable anfitrión y buen cocinero”.

Dahlquist, en tanto, reconoce haber definido su vocación luego de leer un artículo científico de Rapela y pedirle una cita para conocerlo personalmente. Del encuentro salió con la certeza de que aquel hombre sería el director de su tesis doctoral, aunque apenas se encontraba cursando el tercer año de la carrera de grado. El último apartado del texto está a cargo de Matheos, que se define como “discípulo y amigo” del agasajado, y resalta especialmente su gran capacidad de gestionar sin abandonar jamás la investigación durante los cargos que ejerció como director del CIG, y el Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata, y en tanto miembro del Directorio del CONICET.