INTECH, CONICET-UNSAM-asociado a CICPBA

Dos científicos del CONICET La Plata fueron premiados por un estudio sobre la deficiencia de ácido fólico antes y durante el embarazo

Un becario y un investigador que se desempeñan en el Instituto Tecnológico de Chascomús recibieron el Premio Houssay 2022 que otorga la Sociedad Argentina de Biología cada dos años


Nagif Alata Jiménez y Pablo Strobl-Mazzulla, los dos científicos del INTECH que recibieron la importante distinción de la Sociedad Argentina de Biología. FOTO: Gentileza investigadores.

El Instituto Tecnológico de Chascomús (INTECH, CONICET-UNSAM-asociado a CICPBA) es nuevamente noticia gracias a dos de sus científicos que acaban de recibir el Premio “Dr. Bernardo A Houssay” 2022 de la Sociedad Argentina de Biología (SAB) por sus investigaciones acerca de la relación entre la deficiencia de folato o vitamina B –cuya forma sintética es conocida comercialmente como ácido fólico– antes y durante el embarazo y ciertas malformaciones de la cresta neural y craneofaciales en el desarrollo embrionario. Se trata de Nagif Alata Jiménez y Pablo Strobl-Mazzulla, becario e investigador del CONICET, respectivamente, quienes esta tarde participaron de la ceremonia de premiación, celebrada durante la conferencia de cierre de las XXIV Jornadas Anuales de la SAB.

El trabajo premiado se titula “Efecto epigenético intra e intergeneracional de la deficiencia de folato sobre el desarrollo de la cresta neural y sus derivados craneofaciales” y se enmarca en el estudio de los mecanismos a través de los cuales el déficit de ácido fólico –que se indica a las mujeres previo a la concepción y durante los tres primeros meses de gestación– puede generar alteraciones craneofaciales en los embriones. “Las investigaciones se llevaron adelante con dos modelos de biología del desarrollo: uno con embriones de pollo y otro con ejemplares del pez Oryziaslatipes, comúnmente llamado ‘arroz japonés’. El primer paso consistió en estudiar los procesos a nivel epigenético, específicamente observando la relación entre el folato y ciertas reacciones químicas de algunas macromoléculas”, explica Alata Jiménez.

A lo largo de diferentes ensayos, fueron entendiendo la relación entre la falta de la vitamina y los efectos en distintos grupos de células durante los diferentes momentos de formación y desarrollo embrionario. Por último, teniendo en cuenta que la suplementación y los cuidados en este sentido siempre hacen foco en la madre, y que aun así a nivel mundial sigue habiendo una prevalencia de ciertas alteraciones en los nacimientos, los expertos se preguntaron si la misma deficiencia, pero del lado paterno, podría estar afectando también el desarrollo de la descendencia. En este caso, trabajaron inyectando a individuos de peces machos una droga llamada metotrexato, potente inhibidor del ácido fólico, y luego fertilizaron ovocitos de hembras con ese esperma. Al final, efectivamente observaron alteraciones en los cartílagos craneales.

“A pesar de todos los conocimientos que pueda haber en ciencia respecto a una población celular, por ejemplo en nuestro trabajo, todavía existen mecanismos que son desconocidos y que muchas veces sirven para explicar ciertas alteraciones que prevalecen”, señala Alata Jiménez, y continúa: “Por otro lado, la nueva información que estamos aportando sobre el papel del padre se suma a la evidencia que ya existe en este sentido, y en un futuro podría derivar en la necesidad de que los hombres también deban cuidarse en la etapa previa a la concepción”. En cuanto al premio recibido, el becario reflexiona: “Es un excelente incentivo para quienes han terminado su doctorado y están haciendo el posdoctorado, ver que el conocimiento que se reúne con el trabajo puede ser expuesto a la comunidad científica pero también llegar al público general, y de esa manera hacer un gran aporte a la sociedad”.