Con la extensión del período de aislamiento social preventivo y obligatorio que atraviesa nuestro país ante la pandemia por COVID-19, cada vez son más los municipios que implementan distintos programas de voluntariado social para asistir de diferentes maneras a las personas imposibilitadas de circular por estar incluidas en los denominados grupos de riesgo. Así, con estrictos protocolos que incluyen la validación de la identidad y los antecedentes penales de los potenciales voluntarios y su capacitación, tanto la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA), La Plata y varios distritos del conurbano bonaerense y grandes conglomerados urbanos del interior fueron desarrollando estrategias para contener a los sectores más vulnerables ya sea con el reparto de viandas de comida, la colaboración en la coordinación de centros de vacunación y la asistencia a adultos mayores o víctimas de violencia de género, por ejemplo.
Con el objetivo de mejorar la logística de este tipo de acciones sociales, minimizar las distancias y los tiempos de los recorridos que deben hacer los voluntarios evitando desplazamientos largos e innecesarios, y, por ende, acelerar el servicio a las personas que lo demandan, el investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones y Políticas del Ambiente Construido (IIPAC, CONICET-UNLP) Dante Barbero desarrolló un trabajo en el que analiza y propone una manera de asignar de forma óptima los pares de voluntarios-demandantes de asistencia.
La propuesta consiste en la generación de un Sistema de Soporte para la toma de Decisiones (SSD) basado en la geolocalización de los voluntarios y de las personas que requieren asistencia, utilizando las distintas herramientas satelitales disponibles para vincularlos geográficamente.
El experto enumera cinco pasos necesarios que deben tener en cuenta los gestores de los servicios de asistencia para organizar el SSD: difundir masivamente en medios la convocatoria para anotar a voluntarios y demandantes; efectivizar esta inscripción mediante contactos telefónicos o completando formularios on line; geolocalizar a quienes integran ambos listados; usar sus ubicaciones geográficas para establecer las distancias y el tiempo requerido para conectar los domicilios de unos y otros; y en base a esos cálculos utilizar un modelo matemático para asignar los pares de manera óptima.
