IIFP, CONICET-UNLP
Un instituto de investigación en inmunología estrena nueva sede
Está integrado por alrededor de 50 personas y acaba de trasladarse a un edificio ubicado en el Polo Científico Tecnológico de la ciudad
Los últimos años han sido de enorme importancia en términos de creación y adecuación de espacios apropiados para la investigación científica, contemplando desde la cuestión de las dimensiones para albergar grandes equipos hasta las medidas necesarias de seguridad e higiene. En esta línea, el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET-UNLP) acaba de completar la mudanza de sus instalaciones desde el edificio histórico de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (FCE, UNLP) sobre la calle 47 y 115, a un complejo recientemente construido en el Polo Científico Tecnológico del llamado Bosque Este de nuestra ciudad.
El nuevo edificio pertenece a la UNLP y fue inaugurado parcialmente a comienzos de 2018, habilitando aulas con baños y buffet en la planta baja. Además, consta de tres pisos que fueron asignados a unidades de investigación de la mencionada Facultad que estuvieran integradas por el mayor número de docentes investigadores y funcionaran en condiciones desfavorables. De acuerdo a ese criterio, el IIFP quedó entre los seleccionados junto con el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM, CONICET-UNLP), que está pronto a ocupar la primera planta, y el Laboratorio de Investigación y Desarrollo de Bioactivos (LIDeB, UNLP), que ocupará la tercera.
“A nosotros nos toca el segundo nivel y acabamos de completar la etapa principal de la mudanza, que era mobiliarios y equipos grandes, incluyendo material congelado a -80 °C y la colección de líneas celulares mantenida en termos criogénicos con nitrógeno líquido. Todo esto requirió una logística importante, sobre todo por las dimensiones de los instrumentos, y por último fuimos llevando de a poco los aparatos medianos pero delicados, como los microscopios por ejemplo”, cuenta Martín Rumbo, investigador principal del CONICET y director del IIFP, y continúa: “Ahora estamos acomodando detalles, y en las próximas semanas estaremos funcionando a pleno”.
Si bien la obra concluyó en diciembre de 2017, una vez que se asignaron las plantas a los laboratorios fue necesario acondicionar los espacios según los requerimientos particulares de cada uno, tarea a la que se destinó casi todo el año pasado, incluida la puesta a punto de la red de Internet. “Esa adecuación fue posible con apoyo económico del CONICET La Plata junto a recursos propios”, señala el director.
El instituto comprende un personal total de alrededor de 50 personas que “están muy contentas con este cambio de entorno, algo que necesariamente va a tener un impacto positivo enorme”, describe Rumbo, quien resalta especialmente una cuestión: la seguridad. “Es el primer gran problema que nos resuelve la mudanza, porque estábamos funcionando en condiciones precarias y bajo riesgo permanente, así que esto nos trae mucha tranquilidad. Con el tiempo, veremos otros efectos en la dinámica de trabajo por la distribución no segregada de los escritorios y el diseño de los laboratorios, que favorece el contacto entre los grupos y va a potenciar las interacciones e intercambio de información”, concluye.
Cabe mencionar que el IIFP se destaca por sus líneas de investigación en vacunas, trasplantes de órganos, electrofisiología, enfermedades lisosomales patologías intestinales de base inmunológica como las alergias alimentarias, enfermedad inflamatoria intestinal y celiaquía. Su nueva sede lo ubica en el Boulevard 120 próximo a calle 64, a metros de otros prestigiosos espacios de investigación como el Centro de Química Inorgánica “Pedro J. Aymonino” (CEQUINOR, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA), el Centro Regional de Estudios Genómicos (CREG, UNLP) y el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP).