INIFTA, CONICET-UNLP

Una charla para mostrar la física en lo cotidiano

Un científico del CONICET disertó acerca de los “coloides”, sustancias entre las que se encuentran desde la niebla y el humo hasta la mayonesa


Doctor Marcelo Ceolín. Foto: CONICET

Con el objeto de acercar temáticas científicas al público general, el ciclo de charlas “La física que nos cambia la vida” organizado por la Filial La Plata de la Asociación de Física Argentina (AFA) presentó un nuevo encuentro a cargo de Marcelo Ceolín, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET – UNLP).

Bajo el título de “Hay física en la mayonesa”, el experto disertó acerca de los sistemas coloidales, que definió como “una mezcla que a simple vista es homogénea pero que, bajo un microscopio, por ejemplo, deja ver pequeñas partículas dispersas, es decir, que no se tocan”. Los distintos tipos de coloides, explicó Ceolín, se dan según la unión de sus fases: puede ser un líquido con un gas, o dos gases, o bien un sólido con un líquido; y así todas las combinaciones posibles.

En este sentido, y a pesar de tener un nombre poco familiar, en realidad los coloides forman una lista infinita y están presentes en casi toda nuestra cotidianeidad. Niebla, humo, espuma, mayonesa, pinturas, manteca, leche y vidrio son algunos de los diversos ejemplos que existen de estos sistemas.

Hecha su presentación, el investigador se preguntó: “¿Son estables los coloides? Esto es, ¿permanecen igual si los coloco en un frasco y vuelvo al cabo de un año o, por el contrario, se habrán vuelto inestables, es decir, sufrido modificaciones?”. “Conocer el funcionamiento de estas sustancias es importante a fin de poder mejorar sus propiedades para algunos usos”, destacó.

De manera didáctica y a través de experimentos concretos, Ceolín señaló la respuesta: no, en general no son estables, y existen cuatro caminos que los desestabilizan. En primer lugar, que las partículas se junten aunque manteniendo cada una su identidad; en segundo término, que choquen y conformen una más grande; tercero, que se produzca una especie de crema arriba – como sucede cuando se corta la mayonesa-; o, por último, que se separen, tal es el caso del agua y el aceite.

“Saber cómo se comporta cada coloide nos puede ayudar a impedir o facilitar la inestabilidad, dependiendo de lo que queramos”, apuntó el investigador, y ejemplificó: “entre octubre y noviembre, el agua de las piletas se pone verde, y lo que necesitamos lograr allí es que las partículas se separen y las más pesadas vayan al fondo, permitiendo que se las retire sin tanto esfuerzo”. Otro caso es el de la niebla: conocer su funcionamiento podría posibilitar reducirla y así minimizar riesgos en el tránsito.

Cabe destacar que el ciclo de divulgación científica cursa su séptimo año consecutivo y ofrece charlas periódicas, abiertas y gratuitas en el Salón Cultural Bernardino Rivadavia, ubicado en 7 Nro. 755 de nuestra ciudad.