CIC, CONICET-UNLP

Sientan las bases para futuros diseños 3D en investigaciones cardiovasculares

Expertos del CONICET y representantes de una firma dedicada a la bioimpresión analizan posibles colaboraciones para la aplicación de esa técnica


Corazón agrandado impreso mediante tecnología 3D. Foto: gentileza Medical Design.

Las potenciales aplicaciones que supone la impresión tridimensional de material biológico son múltiples y de singular importancia para el campo científico y, en particular, para las investigaciones relacionadas con la salud. Las bioimpresoras 3D permitirían a futuro desde el diseño de réplicas de órganos y tejido humano, o tumores que emulen con exactitud a los reales y sean pasibles de utilizar en experimentos orientados a prevenir o revertir distintas enfermedades, hasta la simulación de cirugías o trasplantes que puedan eventualmente ponerse en práctica para optimizar esos procedimientos. Expertos del CONICET en el Centro de Investigaciones Cardiovasculares “Dr. Horacio E. Cingolani” (CIC, CONICET-UNLP) están atentos a los avances que pueden lograr en su área específica de estudio de la mano de esta novedosa técnica, y es por ello que se encuentran en contacto con los representantes de la empresa Medical Design, pionera en la temática, para establecer posibles líneas de acción conjunta.

El primer paso de esta relación se dio tiempo atrás, cuando la firma colaboró con el proyecto de moscas fumadoras encabezado por la investigadora adjunta del CONICET en el CIC Paola Ferrero, que se basa en el estudio de la comúnmente denominada mosca de la fruta (Drosophila melanogaster) como modelo para el abordaje de enfermedades cardiovasculares humanas a partir de las similitudes que el órgano de ese insecto tiene con el nuestro. Para ese trabajo, optimizaron los equipos con los que el grupo cuenta en el laboratorio y diseñaron uno específico para vaporizar a los ejemplares y que así incorporen el humo de cigarrillo a su organismo.

“Nos encontramos en una etapa preliminar de análisis sobre qué otras cosas se pueden hacer, pero es un largo camino que requiere mucha investigación y desarrollo y la combinación de conocimientos de diversas disciplinas: la ingeniería y el diseño para la impresión puntual, pero también la medicina y la biología para orientar la búsqueda hacia el tipo de tejido que se quiere elaborar. Por ahora, lo primero que surgió fue implementar un curso destinado a médicos con el objetivo de dar a conocer las posibilidades que ofrece  este método, tanto en la docencia como en la preparación de cirugías complejas”, expresó Ferrero. En ese sentido, la profesional, junto al director del CIC y vicedirector del CCT CONICET La Plata Martín Vila Petroff, se reunirán mañana con los responsables de Medical Design con el objetivo de sentar las bases de futuras colaboraciones. El encuentro será en la sede del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires.