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Profundo pesar por el fallecimiento del investigador del CONICET Diego Pissinis
Era doctor en Química y se desempeñaba en el INIFTA
El CONICET La Plata lamenta el fallecimiento de Diego Pissinis, quien era investigador adjunto del organismo en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET-UNLP). Doctor en Química por la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC), era también docente de la cátedra de Química General del Departamento de Ciencias Básicas de la Universidad Tecnológica Nacional-Facultad Regional La Plata (UTN-FRLP).
Con apenas 40 años –había nacido el 13 de noviembre de 1979-, Pissinis formaba parte del Grupo Nanosuperficies Biofuncionales (NanoSBio) del INIFTA, y recientemente había impulsado un proyecto para el diseño de una superficie autoesterilizable para prevenir la neumonía asociada a los equipos de ventilación mecánica, como un cofactor de mortalidad en pacientes con COVID-19, que fue seleccionado para su financiamiento por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación (MINCyT).
Profundamente consternados por la noticia, sus compañeros y compañeras del INIFTA describen a Diego como “sumamente meticuloso, ordenado y riguroso en su trabajo, generoso para ayudar y compartir lo que sabía, y sobre todo siempre dispuesto a traer ideas nuevas para mejorar la tarea en grupo”. En ese sentido, aseguran que estaba muy comprometido con sus investigaciones, orientadas a la resolución de problemáticas de la salud, y que solía quedarse muchas horas en el laboratorio si los experimentos lo requerían.
Asimismo, también destacan su capacidad docente, capaz de explicar las cosas más complicadas de forma sencilla, especialmente a los nuevos integrantes del equipo. En tono más risueño, contaron que su acento riocuartense y forma de hablar alegraba los días en el laboratorio. “Buen compañero y amigo, siempre dispuesto a escuchar y a dar consejos. Nunca faltaba cuando se organizaba un asado o reunión entre colegas. No se destacaba como gran cebador de mates, que siempre convidaba lavados. Adicto a los chocolates, desaparecían rápidamente cuando él llegaba a la oficina”, recuerdan con emoción.