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El director del CONICET La Plata participó de la apertura de unas jornadas sobre química inorgánica

Se desarrollan en la sede de organismo organizadas por el CEQUINOR. Durante el evento, Gonzalo Veiga destacó que el sistema científico y universitario nacional se encuentra en un momento complejo y desalentador y que la situación “no se limita solo a un desfinanciamiento, es un ataque”


Gonzalo Veiga durante la apertura de las jornadas. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Erben, Salvarezza, Rendtorff, Ennis, Veiga, Romano y Della Védova. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Rosana Romano. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Nicolás Rendtorff. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Gonzalo Veiga durante la apertura de las jornadas. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Roberto Salvarezza. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.
Mauricio Erben. Fotos: CONICET Fotografía/R. Baridón.

El director del CONICET La Plata Gonzalo Veiga fue uno de los encargados de inaugurar la sexta edición de las Jornadas de Química Inorgánica “Prof. Aymonino” organizadas por el Centro de Química Inorgánica (CEQUINOR, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA). Del inicio de las actividades, que se desarrollarán en la sede local del organismo científico a lo largo de dos días, participaron también el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA) Roberto Salvarezza; el secretario de Ciencia y Técnica de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) Nicolás Rendtorff; el decano de la Facultad de Ciencias Exactas (FCEx, UNLP) Mauricio Erben; el vicedirector del CONICET La Plata Juan Antonio Ennis; y la directora y el vicedirector del CEQUINOR, Rosana Romano y Carlos Della Védova, respectivamente.

Durante su alocución, Veiga celebró la realización de las jornadas, “que implican un esfuerzo muy grande y valioso por seguir trabajando y consolidando estas redes tan importantes para la construcción científica”, y destacó que se realicen en el CONICET La Plata: “Es una forma de darle sentido a la existencia de los Centros Científicos Tecnológicos (CCT), a la construcción federal que tiene el CONICET, generando no solo el espacio físico para este tipo de actividades, sino también un espacio más simbólico que se puede configurar como catalizador para vehiculizar acciones que lleven a construir una ciencia mucho más integrada, situada federalmente y relevante en términos de su aporte a la sociedad”.

El titular del organismo científico hizo hincapié en el contexto en el que se encuentra el sistema científico y universitario nacional, al que catalogó como “muy complejo y bastante desalentador, del cual no nos podemos abstraer”. En ese sentido, subrayó que la situación que atraviesa el sector “no se limita solo a un desfinanciamiento, sino que es un ataque al sistema que entre todos construimos”. En ese marco, destacó que “generar estos espacios para unirnos, pensar y construir una ciencia colectiva y soberana es muy meritorio. Es también una forma de resistir de alguna manera, y de ayudarnos a transitar como comunidad estos momentos que nos angustian mucho. Compartir nuestra pasión por la ciencia es una forma de atravesar estas situaciones y de trabajar para construir las respuestas que tenemos que dar como sistema y como sociedad ante este momento”.

A su turno, Romano remarcó también el “ataque explícito e inédito” que sufre el sistema científico académico, y apuntó que “además del desfinanciamiento, una de las cuestiones más graves que acarrean estas situaciones es la disminución en la incorporación de jóvenes al sistema. El principal motivo es la baja en el número de oportunidades, de becas, de ingresos a la carrera de investigación o cargos de personal. Pero no es solo eso; es también el desaliento que se genera, por un lado, por lo económico, pero también por la falta de horizontes que se vislumbran ante el desprestigio que se intenta hacer de la ciencia”.

Por su parte, Erben, Salvarezza y Rendtorff coincidieron en el diagnóstico sobre la preocupante situación actual del sistema y en la necesidad de continuar generando espacios y redoblando esfuerzos para sobrellevarla. En ese sentido, el titular de la CICPBA destacó el potencial científico y tecnológico con el que cuenta la provincia de Buenos Aires, “el que hoy en día claramente está siendo objeto de un ataque integral. Vemos el desfinanciamiento de las universidades y los conflictos en otros organismos, como el CONICET, el INTA, el INTI, o las empresas del Estado. Argentina tenía un potencial para ser un país competitivo a nivel mundial, capaz de generar un conocimiento que se traduzca en bienes y servicios de valor para la sociedad. Podíamos ir por ese camino, lo veníamos demostrando, pero es muy penoso cómo se ha avanzado en una rápida destrucción del sistema”.

Las jornadas reúnen a especialistas de todo el país y tienen por objetivo el intercambio de las diversas actividades científicas que se realizan en Argentina en torno a la química inorgánica. Asimismo, promueven la actualización de esas temáticas a través de diversas conferencias, exposiciones orales y presentaciones de póster. Cabe destacar que al término del acto de apertura se realizó un homenaje al químico Enrique José Baran, quien llegó a ser investigador superior del CONICET y falleció en mayo pasado. Doctor en Ciencias Químicas por la Facultad de Ciencias Exactas (FCEx, UNLP) –unidad académica que lo nombró Profesor Emérito en 2009–, Baran fue director del CEQUINOR entre 2001 y 2006.