CEPAVE, CONICET-UNLP-ASOCIADO A CICPBA

Desarrollan una herramienta digital que permitirá identificar los tipos de serpientes

Es una iniciativa de un estudiante de Informática que contó con el asesoramiento de un profesional del CONICET 


Culebra ratonera Phylodrias patagoniensis / Luis Giambelluca. Fotos: CONICET y gentileza investigadores.
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La relación entre el universo de las aplicaciones digitales y el quehacer científico con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los ciudadanos continúa generando iniciativas novedosas. El aporte más reciente fue presentado en La Plata y permitirá la identificación de las distintas especies de serpientes que habitan nuestra región, configurándose como una herramienta de enorme interés sanitario.

Se trata de un desarrollo que fue tema del trabajo final con el que el estudiante de Informática Luciano La Frazia culminará su formación de grado. Fue dirigido por Laura Lanzarini y César Estrebou, ambos expertos del Instituto de Investigación en Informática (III-LIDI, UNLP), y contó con el asesoramiento desde el punto de vista biológico de Luis Giambelluca, profesional principal del CONICET en el Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA). La presentación tuvo lugar en el marco del XIX Congreso Argentino de Herpetología.

Al igual que otras aplicaciones similares, el desarrollo –que aún se encuentra en la etapa del diseño de software– se basa esencialmente en la captura de la imagen de un ejemplar de serpiente. Una vez cargada la foto, el sistema la compara en torno a una serie de características morfológicas, especialmente el color y diseño de las manchas del animal, con una base de datos en la que constan las distintas especies presentes en la zona para determinar de qué tipo se trata. Como devolución, el usuario recibirá un resumen detallado sobre las particularidades de ese animal y cuál es su riesgo sanitario.

“Es una herramienta que puede ser muy útil para los centros de salud”, comenta Giambelluca, y agrega: “Entre otras cosas, permitirá identificar qué tipo de animal fue el que causó determinada mordedura y activar las medidas sanitarias del caso, pero también ayudará a que la gente pueda reconocer las especies y de algún modo salvarlas, porque muchas veces se las mata sin tener conocimiento sobre si son o no peligrosas. Contando con la información necesaria se las puede diferenciar: Si no representan un riesgo, hay que respetarlas y dejarlas vivir. Si suponen un peligro, hay que alejarse de ellas y comunicarse inmediatamente con gente especializada en  su manipulación y control”.

En ese sentido, Giambelluca subraya que es mayor el número de serpientes que mueren por el desconocimiento de la gente que el nivel de casos de accidentes por mordeduras. “Hay algunos tipos de serpientes a las que se las conoce popularmente como ratoneras justamente porque se comen a los roedores, entonces su presencia es positiva ya que reducen el riesgo de las enfermedades que estos transmiten. Sin embargo, en general se las mata sin conocer estas particularidades”.

Según el especialista, en la provincia de Buenos Aires existen alrededor de 30 especies de serpientes, algunas de las cuales no suelen ser reconocidas como tales por sus pequeñas dimensiones –“las hay similares al cordón de una zapatilla”– y se las emparenta con lombrices. “En territorio bonaerense hay dos grandes familias: culebras y víboras. Las primera pueden ser o no venenosas, pero en ningún caso representan un riesgo alto en caso de mordedura. En cuanto a las víboras, tenemos dos tipos de yarará, la grande o de la cruz y la ñata”.

En nuestra región, si bien se encuentran frecuentemente distintos tipos de culebras, la verdaderamente peligrosa es la yarará grande que suele ocupar la zona costera, fundamentalmente la selva marginal de Punta Lara. “Es allí donde se da la mayor densidad de serpientes de la provincia con 22 especies. La cantidad baja conforme uno va hacia el sur, por las condiciones climáticas. En ese sentido, la menor presencia de este tipo de animales se da en la depresión del río Salado”, destaca.

Para finalizar, Giambelluca puntualiza que “en principio, la base de datos del sistema es la que consta en el libro Serpientes Bonaerenses. En una primera etapa se piensa cubrir el partido de La Plata y luego la provincia de Buenos Aires”.