Se presentó ESiGen, la primera escuela sindical de género de Argentina

En un acto que tuvo lugar en el Salón Dorado de la Gobernación de la Provincia de Buenos Aires encabezado por el mandatario bonaerense Axel Kicillof, fue presentada ESiGen, la primera escuela sindical de género del país, una iniciativa del CONICET, la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA), la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata (FaHCE, UNLP), el Ministerio de las Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual de la Provincia de Buenos Aires, y la Asociación Bancaria.

Del encuentro participaron además el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación Roberto Salvarezza; la presidenta del CONICET Ana Franchi; el vicepresidente de Asuntos Académicos de la UNLP Martín López Armengol; el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires Augusto Costa; la ministra de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad Sexual provincial Estela Díaz; el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Hugo Yasky, y el titular de la Asociación Bancaria Sergio Palazzo.

Asimismo, estuvieron presentes la directora y el vicedirector del CONICET La Plata Gloria Chicote y Carlos Della Védova; el presidente de la CICPBA Carlos Naón; la decana de la FaHCE Ana Julia Ramírez; el secretario general del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (SUTEBA) Roberto Baradel; la titular del Consejo Interuniversitario provincial Florencia Saintout, y la representante de la Asociación Bancaria Claudia Ormachea.

Durante su alocución, Kicillof expresó que “hacía falta esta escuela y este era el momento oportuno para lanzarla”, y resaltó el “hecho histórico” de que se realice desde la provincia de Buenos Aires, que cuenta “con una tradición machista muy arraigada. Y lo mismo pasa en el sindicalismo: el movimiento sindical no está compuesto solo por hombres, pero está ese techo de cristal que es más bien de madera o de piedra, porque es bien visible, que impide el acceso de las mujeres a los espacios de representación. Hay que dedicarse no a deconstruir esto, sino a demolerlo”. En ese sentido, agregó que para discutir esa tradición y terminarla “hay que crear los espacios institucionales como este, que vienen a formar y transformar. Se trata de manifestar las desigualdades que existen, ponerlas sobre la mesa. Ya están operando en la sociedad, ya pasan, las transformaciones ya están ocurriendo y hay que darles empuje”.

Para el gobernador, la escuela “es la punta de un iceberg. Va a ser exitosa si tenemos la capacidad de abrirla, de que no sea sectaria. Hay que lanzar una invitación abierta a todos los espacios para reflexionar sobre estas cosas y darles el empuje que falta para terminar con algunas rémoras del pasado. Viene a reunir luchas históricas. Es un espacio que hay que reproducir y ampliar porque las pretensiones que persigue no son bonaerenses sino universales. Tiene que atravesar las discusiones en todos nuestros ámbitos”. En ese sentido, graficó: “Uno, que no se considera machista, encuentra todos los días gestos y conductas que sí lo son. Hay que estar atentos para que no se reproduzcan, y es una tarea personal, pero es personal en tanto tarea colectiva”.

Por su parte, Franchi resaltó que la EsiGen “sintetiza la lucha que se venía dando desde distintos lugares, como las universidades, el sector sindical, y la ciencia y la tecnología que sufrieron diversos embates. Y todas esas luchas tuvieron un gran protagonismo de las mujeres, aunque no siempre eso se ve reflejado en los lugares de representación”. Según la titular del CONICET, “hay una situación de estigmatización por sexo y aquellas que se atreven a luchar, como Hebe de Bonafini o Cristina Fernández de Kirchner, son atacadas”, y agregó: “Esta escuela va a permitir a las mujeres llegar a espacios de decisión, y va a dar herramientas a los varones para aprender y comprender”.

Franchi subrayó que “la pandemia puso de manifiesto la situación de las mujeres”, que sufrieron más los embates de la crisis sanitaria que los hombres. Si bien la representación de las mujeres en espacios de decisión es escasa –apenas doce rectoras de universidades nacionales y solo dos integrantes de los ocho que componen el directorio del CONICET, por ejemplo–, la presidenta del organismo celebró que “el gobierno toma estas luchas, las hace suyas y las convierte en estas cosas”.

Sobre la ESiGen

La escuela tiene sus antecedentes en experiencias desarrolladas en Alemania, Gran Bretaña e Italia, y a nivel latinoamericano en Brasil, Chile y Colombia, además de otras iniciativas de formación impulsadas por sindicatos argentinos. Se focalizará en las prácticas militantes y toma de decisiones, en el afianzamiento de nuevas formas de conducción de grupos de trabajo y colectivos sociales, en la generación de nuevas ideas o proyectos laborales, y en la redacción de convenios colectivos de trabajo y marcos legales de protección a las mujeres y personas LGBT+, principalmente de las travestis y trans, ya que la discriminación opera dificultando su ingreso y mantenimiento en el mercado laboral.

Se trata de un espacio que tiene como objetivo formar, investigar y generar cultura en materia de género para la acción sindical, posibilitando la construcción de ambientes laborales de equidad y protección contra las violencias, y de promoción de derechos. La ESiGen ofrecerá la diplomatura en géneros, feminismos y diversidad para la acción sindical, así como otros trayectos formativos, seminarios y talleres sobre nuevos saberes y prácticas, con sus correspondientes titulaciones y certificaciones. Además, conformará un espacio artístico sobre la temática y, a mediano plazo, será sede de equipos de investigación. Asimismo, tiene como propósito desarrollar el Centro de Varones para recoger, escuchar, analizar y tratar a varones en situación de violencia en el ámbito laboral y sindical, y crear el Archivo de la Voz de las Mujeres Sindicalistas, como una apuesta por reconstruir las memorias de las experiencias de las trabajadoras y las referentes sindicales.

En ese sentido, el CONICET ofrecerá la infraestructura edilicia y sus espacios de investigación para el funcionamiento de la ESiGen, y entre sus distintos aportes financiará líneas de investigación a nivel nacional, bajo la forma de Proyectos de Investigación Orientados (PIO), sobre violencia laboral.