CENEXA, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA

Expertos del CONICET impulsan un proyecto para mejorar la calidad en la atención de personas con diabetes

Promueven la capacitación de médicos y enfermeras del nivel primario de salud. La prueba en La Matanza fue exitosa y lo llevan a otros 18 municipios


Juan José Gagliardino. Foto: CONICET.

La última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo elaborada por el Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación volvió a confirmar el aumento alarmante que experimenta la diabetes, especialmente su forma más frecuente denominada tipo 2, una enfermedad crónica cuyas complicaciones –aunque prevenibles– pueden causar ceguera, insuficiencia renal, infarto de miocardio, accidentes cerebrovasculares (ACV) y amputación de miembros inferiores. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que en la actualidad afecta a 422 millones de adultos y será la séptima causa de mortalidad en 2030. En nuestro país los números hablan claro: entre 2005 y 2018 la cantidad de personas con diabetes creció un 51 por ciento y pasó de 8,5 a 12,7, es decir que hoy más de 12 de cada 100 argentinos la sufren. La misma estadística estatal aportó un dato anexo: la obesidad, considerada la antesala de la mencionada enfermedad, subió del 14,6 al 25,4, lo que significa un incremento del 74 por ciento durante el mismo período. Los especialistas afirman que de no hacerse una intervención efectiva esta tendencia seguirá en el corto plazo.

En ese contexto cobra singular relieve una iniciativa impulsada por el Centro de Endocrinología Experimental y Aplicada (CENEXA, CONICET-UNLP-asociado a CICPBA), un  espacio de investigación que es referencia nacional e internacional en el tema, que apunta a combatir la problemática de la diabetes utilizando la educación como estrategia esencial. Se trata del proyecto denominado DIAPREM 2 que ya fue probado en el partido bonaerense de La Matanza y, tras obtener exitosos resultados, apunta a ser implementado junto al Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires en otros 18 distritos, entre ellos La Plata.

El diagnóstico tardío y los tratamientos médicos inadecuados son dos de los problemas que enumeran desde el CENEXA al trazar el cuadro de situación actual. “Frecuentemente la gente minimiza o ignora los síntomas –entre ellos, sed, hambre y pérdida de peso–, desconociendo el riesgo al que está expuesta, y no hace la consulta a tiempo. Por otra parte, no hay conocimiento adecuado sobre la diabetes en los equipos de salud del nivel primario de atención, que es el primer contacto de los ciudadanos con el sistema sanitario, lo que contribuye a que menos de la mitad de la población con diabetes alcance un grado de control capaz de prevenir el desarrollo de las complicaciones crónicas. Éstas provocan un aumento ostensible de los costos de atención y así disminuye la cantidad y calidad de vida de los portadores. Cambiar esta situación requiere un proceso educativo integral que capacite a los integrantes de los equipos de salud de ese nivel, pero también a las personas con diabetes para que participen activa y eficientemente en su control y tratamiento”, comenta el referente del proyecto Juan José Gagliardino, investigador emérito del CONICET en el CENEXA.

Hace tres años los expertos del CENEXA implementaron un plan de acción –parcialmente financiado por la Fundación Internacional de Diabetes (WDF, por sus siglas en inglés)– en 30 de los 40 Centros de Atención Primaria (CAP) del mencionado partido lindante a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA). La actividad comenzó dividiendo a los CAP en dos grupos: 15 de ellos fueron tomados como caso testigo para comparar y evaluar el éxito de la intervención al final del proceso, y los otros 15 recibieron la intervención educativa planificada.

Cumplido ese paso, formaron duplas médico/as-enfermeros/as que fueron capacitadas por un curso universitario a distancia para los primeros y presencial intensivo para las últimas, ambos con evaluaciones parciales y finales. Cada binomio tuvo a su cargo durante un año el control y tratamiento de 10 pacientes. Complementariamente se implementó un esquema de atención “eficiente y eficaz” que optimizó los tiempos de las consultas. “Según ese plan, la entrevista la iniciaba el personal administrativo que abría la historia clínica registrando los datos personales, seguido por la enfermera que verificaba el peso, estatura, presión arterial y examinaba el estado de los pies, y finalmente el médico cerraba el proceso verificando la información registrada y prescribiendo el tratamiento correspondiente. Siguiendo este esquema, cada paciente asistía a una consulta de 30 minutos, pero cada integrante del equipo de salud veía a un paciente distinto cada 10 minutos”, explica.

En este esquema de consulta, los integrantes del equipo de salud relevaron en cada paciente dos registros clínicos. Uno de ellos se repitió en la primera consulta, a los 6 meses y al cabo de un año, y permitió sistematizar los parámetros clínicos, metabólicos y terapéuticos que se incorporaron en una base de datos que, mediante un software desarrollado por el CENEXA, permitió evaluar la evolución prospectiva de cada paciente atendido. El otro, de autoevaluación, consta de 8 preguntas básicas sobre hábitos alimenticios y físicos y antecedentes personales y familiares, y permite detectar el riesgo de desarrollar diabetes. En caso de presentar alguno de los indicadores pertinentes, posibilita sugerir una prueba de laboratorio para confirmar ese riesgo e indicar un plan de hábitos saludables (alimentación y práctica regular de actividad física) que según se ha probado logra prevenir el desarrollo de diabetes tipo 2 en el 58 por ciento de los casos.

Como parte del control anual de las personas con diabetes se requiere una interconsulta con profesionales oftalmológicos y cardiológicos. “En Argentina hay un problema estructural en lo que refiere al sector de la salud pública. En general los CAP son de gestión municipal mientras que los hospitales están en la órbita provincial. Eso complica la gestión del paciente que difícilmente puede sincronizar las interconsultas con los especialistas en un mismo día, lo que redunda en consumo de tiempo, gastos de traslado y ausentismo laboral. Esto lleva al abandono de esas interconsultas”, detalla el experto. Para facilitar los trámites, el DIAPREM agregó otro eslabón al sistema, que llamaron el call center: “Es decir el seguimiento del paciente mediante una persona cuya tarea es recordarle la fecha de su entrevista periódica y concertarle los turnos combinados con los especialistas en el mismo día y lugar”.

Al cabo de un año, la deserción de los pacientes antes de realizar la consulta periódica con sus médicos (cada 3 meses) y la interconsulta oftalmológica y cardiovascular bajó del 48 al 28 por ciento, en tanto que el porcentaje de quienes realizaron las interconsultas aumentó al 100 por ciento. Confirmando el éxito del proyecto, los pacientes atendidos en el grupo de intervención mejoraron ostensiblemente sus parámetros clínicos (presión arterial), metabólicos (glucemia, hemoglobina glicosilada, colesterol y triglicéridos) y terapéuticos, es decir el uso de los medicamentos prescriptos.

El programa hoy se encuentra en la segunda fase en la que busca ser ampliado a otros distritos de la provincia de Buenos Aires para lo que ya se están inscribiendo los equipos médicos que participarán de los cursos previos a la experiencia. “En esta nueva etapa sumamos material educativo sobre alimentación y actividad física elaborado por el CENEXA para suplir la ausencia de nutricionistas que se da en muchos casos en el nivel primario de atención. Paralelamente, la idea es que los municipios aporten un call center nutricional en el que respondan regularmente las consultas de los pacientes que encuentren dificultades para seguir las recomendaciones del material  mencionado, aumentando así su eficacia”, puntualiza el profesional y cierra: “Confiamos en que la implementación del DIAPREM 2 permitirá extender la buena experiencia previa promoviendo la optimización del uso de recursos humanos y económicos, y una mejor calidad de atención, y, por sobre todo, de vida de las personas con diabetes”.

Municipios incluidos en el programa DIAPREM 2: Almirante Brown, Bahía Blanca, Berazategui, Berisso, Carmen de Patagones, Chacabuco, Coronel Pringles, General Alvarado, General Pueyrredón, Lanús, La Plata, Lomas de Zamora, Moreno, Necochea, Olavarría, Puán, Quilmes, Tandil, Tigre y Tres Arroyos.

Por Marcelo Gisande.