CONICET- MUSEO DE LA PLATA

Un libro de divulgación sobre los patagónicos de hace más de 10 mil años

Se publicó el tercer número de la colección “Sitios arqueológicos argentinos”, una propuesta editorial de científicos de nuestra ciudad


Tapa del libro. Fotos gentileza investigadores
Tapa del libro. Fotos gentileza investigadores
Tapa del libro. Fotos gentileza investigadores

Árido, distante y remoto. Así es el lugar geográfico en el que se encuentra el yacimiento arqueológico Piedra Museo, en la provincia de Santa Cruz, que habría albergado a los primeros pobladores del suelo argentino hace entre 9 mil y 12 mil años atrás. La crónica de su hallazgo y el de otros sitios muy antiguos protagoniza el tercer libro de la colección “Sitios arqueológicos argentinos” editada por el sello Quire Quire, una propuesta de divulgación científica de investigadores del CONICET.

Bajo el título “Vivir en Patagonia, una historia antigua”, el material cuenta los secretos de esta joya arqueológica y antropológica que dista 2 mil kilómetros de nuestra ciudad, y cuyo descubrimiento ha aportado valiosa evidencia a la problemática del poblamiento americano, situando allí la ocupación humana más temprana en lo que hoy es suelo argentino. “Piedra Museo, Cerro Amigo Oeste y Cueva Maripe son las estrellas de este relato; tres sitios de la meseta patagónica que nos ayudan a entender cómo se movilizaron los primeros colonos”, cuenta la investigadora del CONICET Laura Miotti, Jefa de la División Arqueología del Museo de La Plata y líder del grupo que estudia estos lugares.

“Publiqué mi tesis doctoral sobre la localidad patagónica de Los Toldos en 1990, donde se registra una de las primeras ocupaciones humanas de Sudamérica, aproximadamente hace 12.600 años. Pero ya desde mediados de los ’80, mientras indagaba los alrededores me interesé por Piedra Museo, un sitio ubicado 100 kilómetros al sudeste que había sido mencionado en exploraciones de 1933 pero del que no había mucha más información, y decidí concentrar mis estudios allí”, relata Miotti.

Aquellas antiguas crónicas aseguraban que en Piedra Museo había petroglifos -bajorrelieves grabados en rocas inmensas- con huellas de felinos, camélidos, aves, y lo que parecían ser caballos sin herrar. “Si esto era cierto, cabía la posibilidad de que se tratara del équido prehispánico, que llegó a la región hace unos 30 mil años y se extinguió hace 10 mil. Y me lancé a averiguarlo”, describe la científica. Por entonces, un Renault 12 con un tráiler cargadísimo de víveres era el vehículo en el que Miotti realizaba sus campañas en ese sitio casi sin agua y con un puestero a 45 kilómetros de distancia como el habitante más cercano. En una excavación de 47 metros cuadrados debajo de un alero se encontró con gran cantidad de materiales que fechó entre 7.400 y 12.890 años, sobrepasando la antigüedad de Los Toldos, como así también el detalle y la precisión de lo documentado.

“En aquel momento yo era joven y de aspecto frágil, así que para muchos era difícil creer que estuviera llevando adelante semejante proyecto”, recuerda Miotti, y asegura que la cobertura periodística del tema por parte de un diario nacional significó un gran reconocimiento para los trabajos en Piedra Museo, lo cual atrajo más subsidios que posibilitaron avanzar con las campañas y la investigación. Herramientas de piedra y hueso, puntas de armas conocidas como ‘cola de pescado’, restos de animales cazados, muchos de ellos correspondientes a especies extintas hace 10 mil años, y abundante arte rupestre grabado y pintado son algunas de las antiquísimas señales de que los primeros colonos del Nuevo Mundo vivieron allí.

Con el tiempo y el avance de la tecnología, explica Miotti, aquella primera datación se puso en duda y algunas piezas se re-fecharon en 11 mil y 11.500 años, pero nunca se desconfió de que efectivamente los restos pertenecen al Pleistoceno, época geológica de grandes cambios como glaciaciones y erupciones volcánicas intensas, que tuvo lugar hace entre 2 millones y 10 mil años. “Piedra Museo es un sitio que los arqueólogos llamamos ‘de colonización’, es decir que los grupos humanos eran recién llegados a un territorio desconocido, y estaban conformados por pocos individuos, de costumbres nómades y especialistas en la caza de ciertos animales, como el guanaco, ñandúes y caballos”, asegura.

Por su parte, Cueva Maripe está ubicada geográficamente entre Los Toldos y Piedra Museo, y ha sido mucho menos explorado que estos, dado que la excavación comenzó recién en 2003 y aún no ha finalizado. Se trata de una cueva de grandes dimensiones que data de hace 9.500 años, y con vastísimo material en su interior. El tercer y último sitio que narra el libro es el Cerro Amigo Oeste, que se encuentra en la meseta de Somuncurá, en la provincia de Río Negro. Fue allí donde se halló la más extensa cantidad de puntas de proyectil ‘cola de pescado’ de toda Sudamérica. “Esta ubicación permite inferir una amplia red social entre las regiones pampeana y patagónica”, señala la arqueóloga.

Hoy, las investigaciones que realiza su equipo en la zona apuntan a desentrañar las conexiones que den cuenta de cómo se movilizaban los grupos humanos entre los tres sitios y qué hacían en cada uno. El circuito supone la evidencia de existencia de seres humanos más antigua que se conozca para esta parte del planeta.

Cabe resaltar que la editorial Quire Quire nació en 2013 y es una propuesta del equipo liderado por Marco Antonio Giovannetti, investigador del CONICET en el Museo de La Plata. Sus títulos se distribuyen en nuestra ciudad, CABA, Mar del Plata, Necochea, Chascomús, Catamarca, Córdoba, La Rioja, Rosario, Jujuy, y próximamente en Río Negro y Santa Cruz.