PROGRAMA VOCAR

La ciencia volvió a cautivar a las escuelas técnicas de la ciudad

Expertos del CONICET brindaron una charla sobre la investigación en el área de ingeniería


Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.
Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.
Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.
Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.
Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.
Enrique Spinelli durante su disertación. Fotos: CONICET.

Invitados por el Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata, cerca de 200 estudiantes avanzados de escuelas técnicas asistieron a una charla de expertos sobre las posibilidades que brinda el ámbito local a quienes quieran dedicarse a la investigación de manera profesional. La actividad, que se realizó por tercer año consecutivo, se enmarcó en el Programa de Promoción de Vocaciones Científicas (VocAR) que el CONICET lleva adelante en todo el país.

Así como en las ediciones anteriores las charlas versaron sobre química y física, esta vez fue el turno de la ingeniería con investigadores del CONICET en ese campo disciplinar como disertantes. Desde el Laboratorio de Bioingeniería del Instituto de Investigaciones en Electrónica, Control y Procesamiento de Señales (LEICI, CONICET – UNLP) estuvieron Enrique Spinelli y su equipo de trabajo, mientras que en representación del Departamento de Aeronáutica de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) se presentó Julio Marañón Di Leo.

Ocupados en el estudio y desarrollo de interfaces entre el cerebro o los músculos y la computadora, los integrantes del LEICI compartieron con los chicos varios ejemplos de cómo esta tecnología puede facilitar la comunicación en personas con alguna discapacidad. Sensores, equipos electrónicos y programas informáticos protagonizaron la charla, mostrando de qué manera es posible captar e interpretar las señales eléctricas o motoras que emite el cuerpo.

“Lo mejor que se van a llevar de su recorrido académico no va a ser el volumen de contenidos adquiridos, sino la capacidad de aprender”, señaló Spinelli, que se presentó acompañado de Federico Guerrero, becario doctoral, y los ingenieros de la UNLP Marcelo Haberman y Pablo García. Durante la disertación, el líder del equipo enfatizó la “actitud” como un requisito fundamental para dedicarse a la investigación científica: “Podemos dejar todo como está, o podemos tener ganas de probar y ensayar cosas nuevas para aumentar el conocimiento que existe sobre algo”, apuntó.

Por su parte, Marañón Di Leo subrayó que “quien se recibe de ingeniero no es el alumno brillante, sino el más perseverante y paciente”, al tiempo que recordó que “elegí estudiar aeronáutica porque me gustaban los aviones, pero cuando entré a la facultad supe que no era tan sencillo: los primeros tres años se estudia sólo matemática, física y química. Por eso, lo importante es jamás cejar en el objetivo que perseguimos”.

Dedicado a la experimentación en los túneles de viento, herramientas de investigación para probar los efectos del movimiento del aire sobre algún objeto, el especialista relató a los chicos algunas anécdotas personales y proyectó curiosos videos alusivos. También mostró  que no sólo de aviones sabe un ingeniero aeronáutico, dado que tiene capacidad para dedicarse al diseño de helicópteros, vehículos espaciales, generadores eólicos y hasta de aeropuertos, entre otras aptitudes. En su presentación también repasó la historia de la aeronáutica nacional y destacó la importancia de esta industria en el país.

Cabe mencionar que los asistentes fueron alumnos de sexto y séptimo año de todas las escuelas técnicas de la ciudad y alrededores, en un evento que tuvo como objetivo fomentar en los adolescentes el interés por la ciencia y la investigación científica. Para albergar a la gran cantidad de jóvenes invitados y respetar sus turnos de clase, las charlas se brindaron en dos oportunidades, por la mañana y por la tarde.