IAR, CONICET

Comprueban la importancia de los campos magnéticos para la formación de estrellas

Un becario del CONICET formó parte del equipo internacional de astrónomos que logro el hallazgo


Manuel Fernández López formó parte del equipo científico que logró el hallazgo. Foto: CONICET.

Un equipo internacional de científicos, del que participó un becario del CONICET junto a investigadores de la Universidad de Illinois, Estados Unidos, logró obtener la primera imagen detallada de la morfología del campo magnético de un sistema extrasolar preplanetario.

El hallazgo, de reciente publicación en la revista internacional Nature, da cuenta de la importancia del campo magnético en regiones de formación de estrellas y grupos planetarios similares al Sistema Solar, algo sobre lo que hasta aquí se había especulado desde la teoría pero sin observaciones concretas.

El objeto se denomina HL Tau y fue observado con el radiotelescopio CARMA, situado en California, Estados Unidos. Se encuentra a 450 años luz de la Tierra y comenzó a formarse hace alrededor de un millón de años. “Dentro de los sistemas preplanetarios de este tipo este es el más brillante en luz milimétrica, que tiene una frecuencia más corta que la luz visible y sólo es detectable mediante el uso de telescopios muy sofisticados como el que usamos, que  está compuesto por 23 radioantenas”, cuenta Manuel Fernández López, becario postdoctoral del CONICET en el Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR, CONICET) y uno de los autores del trabajo.

“Este tipo de sistemas se caracteriza por tener un núcleo central rodeado por una gigantesca nube de de gas molecular y polvo, que gira en torno a él. Nuestras imágenes muestran que el campo magnético que rodea a HL Tau se distribuiría en forma de disco, como una donut o rosquilla, enrollado circularmente, lo que ayudaría a que parte del material que ya ha comenzado a formar planetas fluya también en dirección al centro del sistema”, explica.

El equipo de investigación realizará nuevas observaciones en torno a HL Tau y otros sistemas preplanetarios en formación. Para ello, se utilizará el telescopio milimétrico ALMA, que cuenta con 63 antenas y se encuentra instalado a más de 5 mil metros de altitud en el Llano de Chajnantor, en el desierto de Atacama, Chile. “Es un equipo muy sofisticado, que nos permitirá ver con mucho más detalle. Los trabajos en Illinois nos llevaron 24 horas reloj, lo que para la astronomía es muchísimo. Con ALMA ese tiempo se puede reducir a 15 minutos. Unas horas allí valen igual que el trabajo de todo un mes con otro telescopio”, cierra.

Por Marcelo Gisande.

Sobre investigación:

Fernández López, Manuel. Becario postdoctoral. IAR. CONICET.

Stephens, Ian. Universidad de Illinois (UIUC).

Segura Cox, Dominique. Universidad de Illinois (UIUC).

Crutcher, Richard. Universidad de Illinois (UIUC).

Looney, Leslie. Universidad de Illinois (UIUC).