Nacido del espíritu de trabajo conjunto que comparten las instituciones científicas y académicas de la región, desde hace unos meses viene dando sus primeros pasos el Instituto de Estudios Inmunológicos y Fisiopatológicos (IIFP, CONICET – UNLP).
Se trata de la vigésimo cuarta Unidad Ejecutora del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata y décimo novena de doble dependencia con la UNLP, que se formó a partir de la fusión de dos laboratorios preexistentes: el Laboratorio de Investigaciones del Sistema Inmune (LISIN) y el Grupo de Investigación en Fisiología Vascular (GINFIV), ambos de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNLP.
“En el LISIN se trabajaba básicamente en aspectos inmunológicos, inmunopatológicos y enfermedades relacionadas con el sistema inmune, especialmente en intolerancias alimentarias, alergias e hipersensibilidades y enfermedades lisosomales, mientras que en el GINFIV se desarrollaban estudios electrofisiológicos, aspectos que buscaremos profundizar mediante planes de trabajo conjunto”, afirmó Carlos Fossati, investigador del CONICET y coordinador del IIFP.
El flamante instituto cuenta con un plantel de 37 personas, entre investigadores, becarios, personal de apoyo y administrativo. “Somos un grupo de gente con vastos conocimientos en inmunología básica y fisiopatología, que puede servir de apoyo a planes de investigación y desarrollo de otros centros con los que se puede trabajar mancomunadamente”, aseveró el investigador.
Si bien la mayor parte de los estudios que se realizan en el IIFP son básicos, orientados a detectar mecanismos de patogénesis de distintas afecciones, el instituto también lleva adelante trabajos de investigación aplicada, con fines de diagnóstico o pronóstico: “tenemos sistemas aplicados para distintas enfermedades como la celiaquía, mediante análisis de alimentos, y estamos realizando estudios para ver la evolución de patologías relacionadas con fallas intestinales y proyectos de seguimiento de mecanismos de acción de fármacos y rechazo o aceptación de trasplantes de intestino, por mencionar solo algunas”.
“La novedad principal es que se está tratando de integrar conocimientos que no estaban formalizados en la ciudad bajo la órbita del CONICET. La institución no contaba en la región con ningún centro o instituto dedicado a inmunología y eso nos diferencia”, cerró Fossati.