COMUNICADO

Declaración del Consejo Directivo y la Dirección del CONICET La Plata

Refiere a hechos de dominio público y fue aprobada por unanimidad por los y las representantes de los 29 centros e institutos de investigación


En pocos días uno de nuestros destinos nos abrazará por mucho tiempo. Es así, que el Consejo Directivo y la Dirección del CONICET La Plata quisieran destacar su preocupación por el futuro de nuestra Patria.

Éste, nuestro espacio, y todos y todas a quienes representamos pertenecen a las más variadas opciones ideológicas. Las discusiones son así dadas con sinceridad e iluminan decisiones de consenso enriquecedor para todo nuestro conjunto.

Las propuestas de uno de los candidatos y de su grupo resultan desatinadas. Sin entrar en los temas de difusión amplia, mencionaremos sus definiciones vinculadas a “la aberración de la justicia social”, “la venta de órganos”, “la libertad de contaminar los ríos y el ambiente”, “la libre portación de armas”, “la dolarización de la economía” y “la negación del cambio climático”, entre otras ideas y propuestas que nos interpelan y que demuestran un sesgo claro del modelo de articulación social que propone.

Desde nuestro sector quisiéramos también volver a reafirmar nuestra firme convicción vinculada al hecho de que la soberanía de un país necesita del desarrollo de su ciencia en todas sus aristas.

Los 29 centros e institutos abarcados por el CONICET La Plata, la gran mayoría de ellos también vinculados a nuestra Universidad Nacional de La Plata (UNLP), institución con la que amalgamamos importantes actividades y desafíos, tienen características especiales que son de dominio público. Todos ellos presentan un compromiso con la sociedad logrado a través del desarrollo científico, tecnológico y social.

La propuesta de un país sin CONICET y su reemplazo por otra institución, denominada “como se vaya a llamar”, nos interpela sobre el papel que tiene el conocimiento en la economía y el desarrollo de nuestro país. Sabemos que vivimos una época de cambios en la que, apoyados en los conocimientos básicos, debemos transitar un camino propenso a la generación de aplicaciones de complejidad a través de los retos más diversos. Las reglas de juego mundiales implican que el conocimiento pertenece a ciertos países y/o grupos económicos, siendo el desarrollo nacional la forma única de contrarrestar este efecto a través de bases soberanas, sólo alcanzables mediante el progreso científico. Un país con ciencia, tecnología y con aporte de las ciencias humanas tendrá un mejor y mayor bienestar social, como lo demuestra la correlación entre las inversiones públicas de los países denominados centrales que también gozan de un buen estándar de vida.

Nuestro mundo actual está lleno de desafíos y de cambios. Los recursos humanos son para el quehacer de nuestras instituciones el capital más preciado. Las discontinuidades pasadas así lo indican. En un mundo geopolíticamente variable y de necesidad creciente de talentos, la capacidad de nuestros jóvenes es apreciada en todos los centros académicos. La inmensa mayoría de ellos y ellas fue formada en la educación pública, que implica un compromiso de gestión para el bienestar de nuestro pueblo. Debemos generar una continuidad y disponer de herramientas para que ellos y ellas, nuestro futuro, puedan desarrollarse y desempeñarse de la mejor manera.