Una nueva Unidad Ejecutora se suma a la estructura del CONICET La Plata

La relación cada vez más estrecha entre el CONICET y la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) dio recientemente un nuevo fruto al establecerse el acuerdo formal que incorpora al Instituto de Investigaciones en Electrónica, Control y Procesamiento de Señales (LEICI, CONICET – UNLP) al conjunto de centros e institutos que ambas entidades codirigen.

Con un equipo integrado por más de 50 personas, entre las cuales hay 20 investigadores y 15 becarios del CONICET, el LEICI se constituye en la vigésima sexta Unidad Ejecutora (UE) que el organismo posee en la región, veinte de las cuales comparte con la UNLP, cinco con la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA) y una con la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

Surgido a comienzos de los años ’60 bajo la dirección del ingeniero Carlos Christiansen, el LEICI, en aquel entonces denominado Laboratorio de Electrónica, centraba sus tareas en el diseño y mantenimiento del instrumental científico del Departamento de Física de la UNLP. En los ’70 fue incorporado al Departamento de Electrotecnia de la Facultad de Ingeniería y en 1993 fue reconocido como Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación, nombre del que surge su sigla, que ya es una marca registrada.

“Nuestro principal objetivo e hilo conductor histórico siempre fue la generación de recursos humanos en todos los niveles. Las realizaciones son consecuencia del trabajo de investigación, pero fundamentalmente de la  formación de investigadores capacitados para conducir, participar y ejecutar proyectos y desarrollos, tanto en el ámbito académico como en el profesional”, explicó Miguel Ángel Mayosky, director del LEICI.

En la nueva UE se trabajan tres líneas principales de investigación: electrónica, control automático y procesamiento de señales. Sus grupos científicos tienen una fuerte tradición en en el control de máquinas eléctricas y sistemas de generación basados en energías alternativas, como el manejo electrónico de turbinas de sistemas eólicos, por ejemplo.

Además, han desarrollado dispositivos de bioingeniería, en lo que refiere a interfases cerebro-máquina, o sistemas protésicos y manejo de biogeneradores. En ese sentido, Mayosky contó: “Nuestro instituto ha formado parte de una colaboración internacional que está trabajando en el desarrollo de un páncreas artificial, lo que supone una estrategia de control bastante sofisticada para emular el funcionamiento biológico”.

Por otro lado, el científico resaltó que “unas de nuestras líneas más importantes está relacionada con la elaboración de sistemas de GPS para aplicaciones satelitales. Todos los satélites argentinos de investigación y el propio lanzador Tronador han tenido parte de electrónica hecha por nosotros”.

Con referencia a la incorporación del LEICI a la órbita del CONICET, el director del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata Luis Epele expresó que “sumar esta nueva UE tiene muchísima importancia para nosotros y generará un efecto positivo indudable. Se trata de un instituto con enormes capacidades para hacer transferencia tecnológica y su trabajo viene a complementar la actividad de otros centros e institutos de investigación”.

En esa línea, agregó: “Se trata de la primera UE de ingeniería electrónica del CCT La Plata, lo que genera mucho entusiasmo. Es una disciplina que nos faltaba incorporar”.