La actividad de divulgación “Ciencia en juego: Intercambio de cartas”, que pone en comunicación directa a alumnos y alumnas de escuelas primarias de todo el país con expertos y expertas del CONICET que trabajen en cualquier otro punto –distante o no– de la Argentina, está cerrando el año con múltiples encuentros virtuales a lo largo y ancho de nuestra geografía. En el caso de La Plata, fueron cuatro nuevas entrevistas las que tuvieron lugar en las últimas semanas, mostrando una vez más que los saberes con mayor riqueza y valor pueden surgir de una charla espontánea y genuina, algo que los niños y niñas llevan en la sangre.
Tres de los encuentros surgieron a petición del Colegio Bayard, mientras que el cuarto respondió a un pedido de la Escuela Primaria Común Nº 16 “Williams C. Morris”, ambos ubicados en CABA. En el primer caso, participaron varios cursos de tres niveles –7º, 6º y 4º–, que eligieron respectivamente “jugar” las fichas de María Pía Piccirilli, ex becaria del CONICET en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata (FCAG, UNLP); María Angélica Escobar Caicedo, becaria del organismo en el Centro de Investigación y Desarrollo en Ciencias Aplicadas “Dr. Jorge J. Ronco” (CINDECA, CONICET-UNLP-CICPBA); y Ariel Frank, investigador en la Facultad de Ciencias Naturales y Museo (FCNyM, UNLP).
El cuarto intercambio se realizó entre un 7º grado y Martín Ciancio, investigador del CONICET en la FCNyM que ya había participado de un encuentro anterior con una escuela chaqueña. Además del entusiasmo de ambas partes, el denominador común de todas las entrevistas fue la sagacidad de los chicos y chicas para indagar en aspectos que van más allá del tema de estudio en concreto, y que tienen que ver con la vocación, la frustración o los errores. Así, preguntas como “¿alguna vez descubriste algo que al final no era importante?”, “¿nunca te perdiste en el campo?” o “¿qué te pareció La Plata cuando te viniste a vivir aquí?”, sorprendieron y cautivaron a los y las agentes de ciencia. Tras esta exitosa experiencia inicial y de cara a 2022, “Ciencia en juego” se prepara para extender sus márgenes y estrechar aún más los lazos de la comunidad científica con la escolar.