El Directorio de CONICET vuelve a expresarse en contra de la violencia de cualquier tipo: física, verbal, política, religiosa, ideológica o simbólica. Este nunca será el camino para resolver los conflictos o las diferencias. Desde el regreso a la democracia, nuestra sociedad ha rechazado estos métodos porque conocemos las terribles consecuencias que acarrean. Todos sabemos cómo empieza, pero nunca cómo termina.
No podemos naturalizar la agresión que han sufrido estudiantes y docentes-investigadores de la UNLP que realizaban trabajos correspondientes a la carrera de geología en Potrerillos, Mendoza. Nos solidarizamos con los afectados y repudiamos enérgicamente los hechos de intimidación y violencia sufridos, así como los agravios a la institución universitaria y al CONICET. Nos solidarizamos asimismo con todos los miembros de la comunidad de ciencia y técnica que han sido objeto de hostilidad pública en relación con las actividades laborales que desarrollan.
Seguiremos trabajando con la firme convicción de que es fundamental promover el diálogo en paz, sin agredir a individuos o a colectivos y convocamos en especial a los adultos con exposición pública a que militen por la causa de promover la paz y la convivencia en nuestra comunidad. La vida en paz es una condición básica para construir un país viable, en el que todas las personas y las instituciones puedan desarrollar al máximo su potencial.