Más talleres sobre parásitos para niños y padres en jardines de infantes

Como sucedió hace poco más de un mes, un equipo de científicas del Centro de Estudios Parasitológicos y de Vectores (CEPAVE, CONICET-UNLP) brindó un taller sobre parasitosis para niños de la última salita del Jardín de Infantes Nro 987 y otro para sus padres. Ambas actividades se dictaron tanto en el turno mañana como por la tarde, para no dejar afuera a ninguno de los más de cien alumnos que conforman la matrícula de ese nivel en el establecimiento ubicado en 160 y 515, Melchor Romero.

Así, los pequeños comenzaron su jornada escolar viendo una película en dibujitos que cuenta la historia de Valentín, un nene que empieza a tener síntomas raros: le duele la panza todo el tiempo, no quiere comer y se siente muy cansado. Pero además hay algo que lo incomoda mucho: le pica la cola. Como explicarán después las científicas, lo que le pasa es que está infectado con oxiuros, nombre vulgar de un parásito muy común en los niños llamado Enterobius vermicularis.

“Por la noche, la hembra pone millones de huevos alrededor del ano y eso produce mucha picazón. Los chicos se rascan y luego tocan juguetes o se llevan la mano a la boca, y de esa manera los dispersan fácilmente. Por eso, si un solo miembro de la familia tiene parásitos, todos deben tomar el remedio porque lo más probable es que estén infectados”, explicó Lorena Zonta, investigadora del CONICET y responsable del grupo de trabajo.

Después del video, los niños jugaron armando rompecabezas relacionados al tema y finalmente dibujaron su propia película sobre los gérmenes y parásitos que nos afectan y las medidas de higiene y seguridad de los alimentos para prevenir el contagio que aprendieron. Sus trabajos quedaron expuestos en el salón de entrada del jardín. Respecto de la charla para los adultos, las investigadoras repasaron cuáles son los organismos más frecuentes en nuestra región debido a la humedad del clima, sus características y hábitos de vida.

Para terminar, entregaron folletos informativos y, lo más interesante, distintos frasquitos estériles para que los padres junten muestras de materia fecal de varios días consecutivos de todos los integrantes de la familia. La próxima semana las científicas pasarán por el jardín a retirar todo lo recolectado y lo analizarán en el laboratorio para ver si hay parasitosis, y eventualmente definir de qué especies se trata. Cada persona recibirá un certificado donde conste el resultado para poder solicitar el medicamento correspondiente en un centro de salud.