- Noticias / La política de tierras en la Argentina del siglo XIX
CICLO DE ENTREVISTAS CONICET
La política de tierras en la Argentina del siglo XIX
El investigador Guillermo Banzato analiza el proceso de apropiación privada del territorio desde la colonia a la organización estatal
Compartir en
redes sociales
“Tierras rurales: Política, transacciones y mercados en Argentina 1780 -1914” es el título del trabajo de reciente publicación de Guillermo Banzato, investigador del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS, CONICET – UNLP).
Allí analiza la apropiación privada de la tierra en Argentina desde el período colonial, pasando por el proceso de independencia y hasta la organización estatal, y toma en cuenta la expulsión de los pueblos aborígenes, la continuidad jurídica hasta entrado el siglo XX y la constitución de los mercados de tierras.
¿Cuál fue el objetivo de este trabajo?
Se buscó abordar tres temas fundamentales: políticas de tierras públicas, transacciones de diversas formas y conformación de mercados. Son cuestiones de larguísima data, que la historiografía ha trabajado mucho. Se logró dar una mirada de conjunto sobre la ocupación y el traspaso del territorio en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Santiago del Estero, Mendoza y Jujuy.
¿Cómo surgió la idea de preparar este trabajo sobre los siglos XIX y XX?
Nació a partir de una propuesta del doctor Rodolfo Richard-Jorba, quien me invitó a preparar una mesa sobre mercados de tierras rurales para las II Jornadas Interdisciplinarias de Investigaciones Regionales “Enfoques para la Historia”, que se realizaron en Mendoza, en septiembre de 2011. Acepté esa propuesta y mi objetivo fue que esa presentación tuviera como resultado una obra. Eso se lo planteé a mis colegas, para que los textos estuvieran pensados no tanto como una ponencia sino como el capítulo de un libro.
¿Qué respuestas buscaron y cuáles encontraron con la obra?
Nuestro proyecto era tener una visión de síntesis sobre las investigaciones que se han hecho en el país acerca de estos temas. Nos encontramos con dos problemas fuertes: la conservación de las fuentes a cotejar no es la misma en todas las provincias y hay un crecimiento disímil de las historiografías de cada región. De todos modos, el libro nos permite entender que Buenos Aires no marca la pauta de cómo funciona el problema de la tierra pública a nivel nacional. Junto con Santa Fe y, un poco más tarde, Córdoba son las provincias que van a ir avanzando más rápidamente dada su vinculación con el mercado internacional. El resto irá incorporándose a esa dinámica pero con diferentes ritmos y realidades.
¿A qué obedece esa diferencia entre los procesos de las distintas regiones?
A diferentes factores. En principio a las distintas formas de ocupación del territorio. No tenemos que olvidarnos de que nuestro país se construye en base a la destrucción de otras sociedades. Si bien el libro no habla del mundo indígena, éste está presente del otro lado de esa frontera que nosotros mostramos que está en avance. Entonces, el proceso va a ser otro en las zonas donde la población aborigen tiene asentamiento y economía sedentarios, en los territorios que fueron el eje entre Buenos Aires y Perú. En estos lugares, de antigua ocupación y con otro tipo de relación con los aborígenes, se va a tardar más en consolidar la distribución de la tierra en forma privada.
¿También influye la productividad de la tierra?
Claro, el otro gran tema es qué se puede hacer en ese territorio. No es lo mismo poner en producción la Quebrada de Humahuaca que la provincia de Buenos Aires. El interés es otro, las posibilidades son distintas, tienen un diferente acceso al mercado de factores. Pasa lo mismo con aquellos lugares donde llegó antes el ferrocarril.
¿Qué conclusiones del estudio del siglo XIX permiten explicar la época actual?
El libro nos muestra cómo ha sido la conformación de la estructura económica del país, que hoy se mantiene en rasgos muy generales. Las políticas públicas durante el siglo XIX prácticamente pueden resumirse en la entrega de la tierra a los particulares para que después el mercado haga lo suyo. El interés de las provincias por equilibrar sus financias llevó a una cesión masiva de territorios. Otro punto importante es que necesariamente el ciclo de vida de las familias lleva a que, en un momento, a raíz del desgranamiento por herencia del predio original, el mismo se pierda. No hay ninguna acción tendiente a resolver esa cuestión. Prácticamente, una vez que el Estado otorgó la posesión lo que hizo fue cobrar impuestos.
¿Qué políticas de Estado faltaron en aquellos tiempos?
Es muy difícil determinarlo desde el presente. La evidencia indica que no hubo políticas de tierras de largo plazo, de sostenimiento. El siglo XIX nos muestra qué es lo que sucede cuando sólo funcionan mecanismos de mercado.
Formación:
Guillermo Banzato es investigador adjunto del CONICET en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS, CONICET – UNLP). Doctor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata, Profesor Adjunto Ordinario en la cátedra Historia Argentina General y de la cátedra optativa Historia Rural Argentina en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP.
El libro “Tierras rurales: Política, transacciones y mercados en Argentina 1780 -1914” fue editado por Prohistoria Ediciones en 2013.
Por Marcelo Gisande.
Sobre investigación:
Guillermo Banzato. Investigador adjunto. IdIHCS, CONICET – UNLP.