“Hoy en día nuestra ciudad identifica al CONICET”

En un acto que tuvo lugar en el salón auditorio del Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata, la institución celebró el décimo aniversario de su creación. La actividad fue encabezada por el director del CCT, Luis Epele, y contó con la participación del ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires, Jorge Elustondo; el presidente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Raúl Perdomo; el secretario de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Miguel Ángel Blesa; y el subsecretario de Coordinación Institucional de la cartera de Ciencia nacional, Sergio Matheos.

Para comenzar el acto, que tuvo además la presencia del vicepresidente de la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA), Mario Hernández y miembros del Consejo Directivo del CCT, Epele rememoró la decisión tomada en 2007 por el CONICET de crear los CCT y subrayó: “fue histórica porque expresaba la voluntad de un cambio profundo hacia la descentralización del sistema científico tecnológico a escala nacional, en respuesta al crecimiento que había experimentado el organismo y en pos de acercar la ciencia y la tecnología a la sociedad”.

El titular del CCT catalogó como “enriquecedora y desafiante” la experiencia de integrar a la comunidad regional del organismo, y resaltó que “ese proceso fue un gran logro”. Además, “la construcción del edificio sede fue determinante: cambió una presencia virtual por una representación física real que hace que hoy la ciudad identifique al CONICET”.

Asimismo, hizo hincapié en la relación que el organismo ha generado con las otras instituciones del sistema científico regional, como “una clave para la creación de nuevos centros e institutos de investigación”. En ese sentido, agregó: “El contacto con el resto de los actores del ámbito de la investigación, en particular con la UNLP y la CICPBA, ha sido siempre excelente. Hemos tenido una comunicación directa y franca que permitió tener diez años de gestión armónica y fructífera, con numerosos temas en común y acuerdos alcanzados”.

A su turno, Carlos Rapela, director del Centro de Investigaciones Geológicas (CIG, CONICET – UNLP), miembro del Directorio del CONICET al momento de la creación del CCT La Plata y director de esta institución entre 2009 y 2013, puntualizó: “Las crisis suelen traer ideas nuevas, surgen cosas de esos procesos. Y en particular creo que los CCT y la política del CONICET de impulsar nuevas Unidades Ejecutoras (UE) nacen de los acontecimientos del 2001. Ese fue el causante”.

“Cuando me integré al Directorio en 2003, ese cuerpo ya había analizado la crisis del 2001 y había establecido las prioridades de las medidas a tomar. El entonces titular del CONICET, Eduardo Charreau, y los directores, tenían muy claro qué era lo que había que hacer en ese momento. Lo entendí y me sumé, y la prioridad fue incorporar recursos humanos, porque sin ellos nada existe. El gobierno nacional atendió ese reclamo y lo hizo suyo, así que a finales de 2004 empezamos a ver una lucecita al final del túnel”, dijo.

“Desde el acta de creación del CONICET en 1958, su fundador Bernardo Houssay tenía claro que la institución central de la ciencia debía tener relación con las universidades nacionales, incluyendo a las UE. Sobre la parte conceptual no había nada que agregar, estaba todo allí. Los instrumentos y las partituras, faltaba ejecutar la música”, expresó.

En esa línea, explicó: “En 2005 la administración del organismo había llegado a un punto crítico. Cada una de las UE y los miles de investigadores debían referenciarse directamente con el CONICET central y era imposible atender las necesidades de todos. Por ello, se hizo imperiosa la descentralización administrativa que llevó a la creación de los CCT y trajo como efecto la federalización de la ciencia”.

Por su parte, Noemí Zaritzky, investigadora superior del CONICET  e integrante del primer Consejo Directivo del CCT, afirmó: “Su creación fue realmente positiva y dio comienzo a una nueva etapa para los centros e institutos”. La experta resaltó el rol institucional que cumple el organismo y destacó, entre otros puntos, la importancia de la política de infraestructura que se llevó adelante: “Hay muchos nuevos edificios que vinieron a solucionar las falencias que tenían algunas UE que funcionaban en espacios no adecuados. Se avanzó mucho y es un orgullo contar con esos ámbitos”.

Zaritzky, reciente ganadora del Premio Houssay a la Trayectoria de parte de la cartera científica nacional y reconocida con la Distinción Investigadora de la Nación Argentina edición 2015, agregó: “Quiero destacar que el apoyo a la ciencia y tecnología debe ser una política de Estado. Mi deseo es que se siga teniendo en cuenta el importante rol que tienen para el desarrollo del país, y el papel del CONICET, y en particular los CCT, en ese aspecto”.

Sobre el final del acto, Epele junto a su vicedirectora, Pilar Peral García, y el Coordinador de la Unidad de Administración Territorial (UAT), Carlos Rando, recibieron de parte de las empresas Spirit S.A. y Bureu Veritas la certificación internacional de calidad bajo norma ISO 9001 – 2015 para la administración de la UAT del CCT, uno de los objetivos planteados en el marco del Plan de Mejora Institucional (PMI) que el organismo desarrolló entre 2011 y 2016.