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CIENCIA Y DEPORTE
Herramientas científicas aplicadas a la formación de arqueros de fútbol
El investigador del CONICET Sergio Vizcaíno es instructor en un centro de entrenamiento deportivo donde utiliza conceptos de su faceta académica
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Sergio Vizcaíno es investigador principal del CONICET en la División de Paleontología de Vertebrados del Museo de La Plata. Apasionado por el deporte y jugador aficionado de fútbol, trabaja además como instructor de arqueros en un centro de entrenamiento formativo, actividad en la que vuelca muchos aspectos de su formación científica.
“Soy paleontólogo, biólogo de formación, y me dediqué al estudio de la biomecánica y la ecomorfología, que tienen que ver con el rol de los organismos en el ambiente en base a de sus características anatómicas” cuenta, y agrega, “por otro lado, a mí me gustó siempre la técnica del deporte y estoy atento a cuáles son las especificaciones que se dan para que determinados deportistas sean mejores que otros. Cuando aparece un fuera de serie es porque hay alguna variable fisiológica o mecánica que lo hace distinto”.
A punto de cumplir 50 años, el científico fue convocado para atajar en torneos de fútbol amateur, por lo que se acercó al Centro de Entrenamiento Formativo de Arqueros (CEFARQ) con el objetivo de entrenarse y adquirir las herramientas más apropiadas en pos de mejorar su rendimiento. Con el paso de las prácticas estableció una fuerte amistad con el responsable del lugar, Leandro Cortizo, ex arquero de Estudiantes de La Plata y el fútbol italiano.
“Cuando Sergio empezó a entrenar mostró mucha curiosidad. Manifestó sus inquietudes sobre las prácticas, comenzó a traer aportes de su investigación y vimos que podían ser herramientas muy útiles para nosotros. Enseguida lo invitamos a incorporarse como instructor y hoy en día se da un intercambio que nos nutre recíprocamente”, cuenta Cortizo.
“Lo que trato de hacer es aportar la visión más académica del entrenamiento. La experiencia de haber jugado como arquero es imprescindible, pero yo puedo sumar por otro lado, que es estudiando y haciendo las interpretaciones biomecánicas. A Leandro le interesa mucho el aspecto formativo en cuanto a la técnica y la optimización de los movimientos”, explica el científico.
Uno de los aspectos sobre los que trabaja Vizcaíno en su rol de instructor de arqueros tiene que ver con la percepción visual del deportista: “El ojo aporta la mayor cantidad de estímulos que tiene que manejar un guardameta. Apuntamos a mejorar el funcionamiento de la musculatura y de los movimientos sacádicos, que son los que hace continuamente este órgano para mantener enfocada buena parte del campo visual. El ojo se está moviendo permanentemente y hay seis músculos que lo controlan. Estos se puede entrenar y lograr aumentar la velocidad o el alcance de la visión periférica y la percepción de elementos y movimientos”.
Para ello, los instructores del CEFARQ hacen circular objetos por detrás de los arqueros a fin de generar un estímulo visual disparador de una acción. En situaciones reales de juego esto se traduce en poder percibir el movimiento de un rival que no es precisamente quien traslada la pelota, sino el potencial receptor.
Por otra parte, las prácticas se centran en aspectos relacionados con la mecánica del movimiento, optimizando el uso de las distintas partes del cuerpo implicadas en la acción a realizar: “Hay desplazamientos que son muy llamativos para el público y comentaristas de fútbol pero que no son tan efectivos”, puntualiza Vizcaíno, y agrega que “a veces es mejor un arquero no tan espectacular pero cuya intervención entra en lo justo de lo que se puede hacer sin exagerar ni desperdiciar energía. Tiene que ver con la teoría de optimización de la década de los ‘90, en la cual uno trata de usar el mínimo esfuerzo para el mayor rendimiento”.
Según Cortizo, “con Sergio coincidimos en la cuestión de los llamados gestos técnicos, su eficacia, el por qué de realizar uno y no otro, para optimizar ese movimiento y que el arquero gastando menos energía y pueda llegar más rápido a una pelota, aplicando mejor fuerza. Ese estudio yo lo venía haciendo desde que empecé con el CEFARQ y lo terminé de encontrar con este soporte académico que me ayuda desde la investigación”.
Para Vizcaíno, el juego en los más altos niveles de competencia es tan rápido que hay un punto en el que a los arqueros no les queda otra opción que intuir en base a su experiencia: “Hay algunos más espectaculares, como Fernando Monetti, de Gimnasia, que no es de salir tanto del arco y espera más la acción del rival, aprovechando su reacción más explosiva. Otros cortan la jugada antes de que se produzca el problema. Keylor Navas, el portero de Costa Rica en el último mundial, ganó muchos duelos mano a mano intuyendo y parándose en el lugar justo por haber leído bien la jugada. El alemán Manuel Neuer juega con la anticipación. José Luis Chilavert atajaba aplicando las vivencias acumuladas con los años y, según el movimiento, predecía el destino de la pelota”.
El CEFARQ
El Centro de Entrenamiento Formativo para Arqueros (CEFARQ) nació en 2010, aunque su mentor, Leandro Cortizo, afirma que “lo venía proyectando mucho antes, cuando jugaba en Italia y veía que la metodología de entrenamiento era más avanzada. Allá me enseñaron a atajar. Acá hasta hace algunos años no pasaba, los entrenadores de arqueros te daban algunas pautas naturales que conoce todo el mundo sobre qué tiene que hacer un guardavalla, pero nadie te explicaba por qué tenías que pararte de determinada manera o qué postura usar ante cada situación”.
“Hoy en el país existen unos 7 u 8 centros de entrenamientos, pero estamos posicionados como el que más cantidad de arqueros tiene. Hay algo que ninguno posee y es el aporte de Sergio, conjugando lo deportivo con lo científico y aplicándolo en campo. Eso es un plus. Lo he visto en algunas universidades de ciencias de la motricidad en Europa o en centros de otros países. Acá somos los únicos que apuntamos a eso. Es un valor agregado”, comenta.
Por Marcelo Gisande.