CETMIC, CONICET - CICPBA

Cuatro décadas como sinónimo de ciencia aplicada

El Centro de Tecnología de Recursos Minerales y Cerámica celebra un nuevo aniversario de su fundación


Sede del CETMIC en el campus de la CICPBA.

“Investigación aplicada y transferencia al sector productivo” fueron los sellos con los que hace 40 años nació el Centro de Tecnología de Recursos Minerales y Cerámica (CETMIC, CONICET - CICPBA), según describe Alberto Scian, investigador principal del CONICET y actual director de la institución.

Gestado en la cabeza del investigador del CONICET Teodoro Krenkel, el CETMIC fue inaugurado el 20 de septiembre de 1977 a partir de la iniciativa de un grupo de expertos del Departamento de Tecnología Química de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Integrado por personal del CONICET y la Comisión de Investigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (CICPBA), actualmente cuenta con 17 investigadores, 22 becarios, 16 miembros de la Carrera del Personal de Apoyo del CONICET, y 4 empleados administrativos. Desde su fundación se encuentra ubicado en el predio que la CICPBA tiene en Camino Centenario y 506, Gonnet.

Con la idea de tener una fuerte vinculación con el medio productivo marcada en sus genes, el CETMIC orientó su trayectoria a detectar necesidades y resolver problemas de terceros, ya sean empresas del sector privado – fundamentalmente de la industria cerámica -, organismos públicos u otros centros e institutos en lo que refiere a la caracterización de materiales y minerales, realización de ensayos y desarrollos concretos. Su funcionamiento se basa en cuatro bloques principales: Geología y Mineralogía; Fisicoquímica de minerales; Cerámica; y Servicios a terceros, área técnica que sintetiza el trabajo científico para ponerlo a disposición de la demanda externa.

Dentro de los tres primeros bloques - en los que se centra la actividad de investigación  - se desarrollan diversas líneas que abarcan la génesis de rocas y minerales; aplicación de arcillas para la industria cerámica o saneamiento de aguas; sistemas cerámicos nanoestructurados; materiales refractarios; cementos, y la utilización de desechos industriales para elaboración de productos con valor agregado.

Sus líneas fuertes de transferencia apuntan a la explotación de los yacimientos de petróleo y gas no convencional de Vaca Muerta, Neuquén; al tratamiento de efluentes, por ejemplo mediante la utilización de nanoarcillas para la absorción de contaminantes; y a servicios vinculados con materiales refractarios y otros relacionados.

Otros proyectos del centro están orientados a la resolución de problemas de contaminación de agua y, en ese sentido, recientemente se suscribió un convenio entre el CONICET y la Municipalidad de Magdalena, Buenos Aires, para sanear el recurso en las escuelas de esa localidad.

Con una fuerte impronta extensionista, el CETMIC también apunta a la formación de estudiantes de distintos niveles en pos de generar el interés en torno a las múltiples implicancias de sus investigaciones, y por eso es habitual que numerosos contingentes recorran las instalaciones para conocer sus desarrollos.