Patentes, convenios, asesorías y servicios tecnológicos fueron los tópicos de una charla que se llevó adelante en el Centro Científico Tecnológico CCT CONICET La Plata frente a becarios y jóvenes investigadores. La presentación, titulada Vinculación Ciencia y Producción, se desarrolló en el marco del Taller sobre Vacunas: Vacunología 2014 organizado por la Asociación Argentina de Microbiología (AAM) y el Instituto de Biotecnología y Biología Molecular (IBBM, CONICET-UNLP).
De la disertación participaron Ludmila Frate, agente de transferencia tecnológica de la Dirección de Vinculación Tecnológica (DVT) del CONICET; María Clara Lima, directora de Propiedad Intelectual de la UNLP; y Augusto Pichot Otero, del laboratorio farmacéutico Sinergium Biotech, quienes brindaron un panorama acerca del papel y el funcionamiento de cada una de las partes involucradas en este proceso.
En este sentido, Frate señaló que “actuamos como un puente entre el investigador y la demanda que puede surgir de agentes públicos o privados”, al tiempo que explicó de manera clara todo el procedimiento, partiendo de la primera consulta que hace el interesado. “Desde ese momento, le brindamos al científico un acompañamiento permanente, incluso desligándolo de gran cantidad de trámites y formularios a completar, para que no pierda tiempo de su trabajo”.
Asimismo, la agente brindó definiciones de cada uno de los tipos de vinculación tecnológica que existe, y compartió algunos números de la actualidad del CONICET en este terreno: 93 solicitudes de patentes otorgadas el año pasado, y 11391 Servicios Tecnológicos de Alto Nivel (STAN) brindados, la mayor parte de ellos a pedido de PyMES nacionales. En esta línea, Frate también presentó la nueva web que la DVT del organismo lanzó hace poco tiempo.
Al momento de describir los requisitos mínimos que un desarrollo debe tener para evaluar la posibilidad de patentarlo, se mencionaron las características de novedoso e inédito, como así también la posibilidad de funcionar a gran escala. “Un producto puede andar muy bien a nivel laboratorio, pero si no va a poder abastecer a todo un mercado, no sirve. También tiene que haber de entrada empresas interesadas; patentar es caro, no se lo hace así porque sí”, apuntó Frate.
Por último, los disertantes destacaron la importancia del trabajo en red que todas las instituciones involucradas llevan adelante para que el proceso funcione, y coincidieron en que “si cada parte tuviera que aplicar una política particular, no podríamos lograr nada”.