Al cumplirse un año de la firma de un convenio de cooperación científico tecnológica entre el CONICET y el Ministerio de Defensa de la Nación (MINDEF) por el cual el Observatorio Argentino-Alemán de Geodesia (AGGO, por sus siglas en inglés) alcanzaría su fase de operatividad total, las nuevas autoridades de la nombrada cartera realizaron una visita al centro de investigación, ubicado en el Parque Pereyra Iraola a la altura de la localidad de Berazategui. En su momento, la rúbrica posibilitó la incorporación de personal técnico dedicado a operar durante 24 horas los siete días de la semana dos importantes instrumentos de observación astronómica que hasta el momento no estaban siendo empleados.
En esta ocasión, el director científico del AGGO y su coordinador, Claudio Brunini y Augusto Casino, fueron los anfitriones de una recorrida de la que participaron además Jorge Tezón, gerente de Desarrollo Científico y Tecnológico del CONICET; Daniela Castro, secretaria de Investigación, Política Industrial y Producción para la Defensa del MINDEF; y funcionarios del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (CITEDEF), las Fuerzas Armadas, el Ejército Argentino, el Estado Mayor Conjunto, y la Universidad de la Defensa Nacional (UNDEF).
Surgido en 2015 como iniciativa conjunta entre el CONICET y la Agencia Federal de Cartografía y Geodesia de Alemania (BKG, por sus siglas en alemán), el AGGO constituye un instrumento geodésico dentro del Marco de Referencia Terrestre Internacional, una red mundial que soporta la infraestructura de datos espaciales y contribuye a monitorear los procesos tectónicos y de cambio global. Único en su tipo en América Latina y el Caribe, es uno de los observatorios más completos del mundo y tiene la misión de medir, registrar y poner a disposición de la comunidad científica mundial una cantidad de señales necesarias para entender los procesos de deformación de la tierra sólida, de la superficie de los océanos; las variaciones espaciales y temporales del campo de gravedad del planeta; entre otros.
Al poco tiempo de la puesta en marcha de los dos instrumentos, el Servicio Internacional de VBLI (sigla en inglés de interferometría de base ancha) sumó al AGGO como uno más de los nueve radiotelescopios en el mundo encargados durante todo 2020 de realizar un tipo de observación llamada “R”, que se toma todos los martes y jueves. “La letra significa rápido, y hace referencia a que la descarga de datos, su procesamiento, generación de productos y envío se debe hacer en tiempo récord: apenas una semana, cuando normalmente esta tarea lleva un mes como mínimo”, explicaba Brunini en ese entonces.
Tras la visita de las autoridades nacionales, el científico calificó al encuentro como “altamente positivo tanto desde la perspectiva de los logros ya alcanzados como de las proyecciones futuras de la cooperación entre los sectores de defensa y ciencia y tecnología”. En el primer caso, destacó la entrada en operaciones del AGGO gracias al personal aportado por las FFAA, mientras que en el segundo, puntualizó que “ya comenzó a delinearse un plan estratégico para el aprovechamiento integral de la poderosa infraestructura de observación geodésica existente en la Argentina”.