Investigadores y vecinos charlaron sobre las nuevas formas de comunicación de la ciencia

“Los científicos son gente común. Dicho así parece obvio, pero no lo es tanto. Cuando uno se los imagina lo hace de una manera determinada: guardapolvo blanco y una personalidad rara”, disparó Silvia Montes de Oca, comunicadora social y autora del libro “Contravientos: el antiboom de la divulgación científica”. A su lado, estaba sentado un científico que rompe claramente con ese estereotipo: Javier García de Souza, doctor en Ciencias Naturales y becario del CONICET en el Instituto de Limnología “Dr. Raúl A. Ringuelet” de La Plata (ILPLA, CONICET – UNLP).

Desde comienzos de este año, García de Souza se dedica a una de las formas más novedosas y curiosas de la comunicación: el stand up científico. La posibilidad se le presentó gracias al Programa Nacional de Popularización de la Ciencia y la Innovación, iniciativa del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación. Convocado por el organismo participó, junto a decenas de investigadores de distintas disciplinas de todo el país, de un curso para aprender a armar monólogos humorísticos con contenido científico.

“De antemano no nos imaginábamos cómo se podían combinar ciencia y stand up, pero resultó un experiencia muy interesante y nos dejó una herramienta más en la estrategia de comunicar nuestro trabajo, de abrir y popularizar la investigación. Por las características del formato no se pueden desarrollar conceptos muy elaborados, pero sembramos una semillita en aquellos que quieren conocer más”, afirmó García de Souza, ante  vecinos de Villa Elisa que se acercaron a la primera edición de la Feria del Libro y Autores local.

Para Montes de Oca, quien en su obra hace un recorrido por las distintas etapas por las que atravesó la comunicación pública de la ciencia en Argentina, “esta relación entre los investigadores y el resto de la sociedad se hizo mucho más cercana en los últimos tiempos y eso los llevó a animarse a probar con cosas creativas y  novedosas para contar lo que hacen”.

En ese sentido, el experto del ILPLA destacó “las posibilidades que ofrece el sistema científico actual para imprimirle otra fuerza a este tipo de iniciativas. Hace un tiempo quizás todo se reducía al interés personal de los propios investigadores y docentes que querían que la gente se entere de lo que se hacía en los laboratorios. Ahora es el Estado el que promueve estas acciones”.

Época bisagra

“Está terminando un ciclo en el que se ha hecho muchísimo por la ciencia. La última muestra fue la reciente inauguración del Polo Científico y Tecnológico y la incorporación del nuevo buque para investigación del CONICET. Esta ha sido una época bisagra”, destacó Montes de Oca. Por su parte, García de Souza remarcó los grandes avances que ha tenido el sistema científico y académico a nivel local: “Yo trabajo en el ILPLA, que desde hace muy poco tiene su edificio nuevo emplazado en un lugar que era un descampado cuando empecé mi carrera, en 2001, y hoy está cubierto de decenas de centros e institutos de investigación del CONICET”.

“Precisamente, nuestro próximo show de stand up será en el flamante Centro Cultural de la Ciencia que forma parte del Polo Científico y Tecnológico de Palermo, donde está el Ministerio y la nueva sede del CONICET. Ya pasamos por Tecnópolis, también. Todos lugares que brinda el Estado para que nosotros podamos contar lo que sabemos, intercambiar con la gente y aprender juntos”, cerró.

Experimentos de electromagnetismo

En otro sector de la feria, Paula Bergero, investigadora del CONICET en el Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas (INIFTA, CONICET – UNLP), reunió a docentes y estudiantes de distintos niveles para mostrar diversos experimentos sobre electricidad y magnetismo que pueden hacerse con dispositivos sencillos, de fácil elaboración y bajo costo.

Las actividades que describió la experta forman parte del libro “Polo Sur: experimentos de electromagnetismo”, del que es coautora junto a otros investigadores con los que comparte tareas en el Museo de Física de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). La obra, editada por el CONICET, busca motivar a los más chicos en el aprendizaje de los contenidos mencionados, integrando teoría y experimentación.